Lectio Divina Dominical de Corpus Christi Ciclo C

«Tú eres el mesías de Dios»

Hno. Ricardo Grzona, frp

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PRIMERA LECTURA: Génesis 14,18-20.
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 110(109), 1-4.
SEGUNDA LECTURA: I Corintios 11, 23-26.

Invocación al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad
para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

Amén

TEXTO BÍBLICO: Lucas 9, 18-24 o Lucas 9, 11b-17 (clic aquí)

9,18: Estando él una vez orando a solas, se le acercaron los discípulos y él los interrogó:
   —¿Quién dice la multitud que soy yo?
  9,19: Contestaron:
   —Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha surgido un profeta de los antiguos.
  9,20: Les preguntó:
   —Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?
   Respondió Pedro:
   —Tú eres el Mesías de Dios.
  9,21: Él les ordenó que no se lo dijeran a nadie.
  9,22: Y añadió:
   —El Hijo del Hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, tiene que ser condenado a muerte y resucitar al tercer día.
  9,23: Y a todos les decía:
   —El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y me siga. 9,24: El que quiera salvar su vida la perderá; pero quien pierda su vida por mí la salvará.

BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico.

Este domingo es la solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, también conocida como la Fiesta de Corpus Christi, que traducido del latín quiere decir “Cuerpo del Señor”. La principal finalidad de esta festividad es proclamar y aumentar la fe de los cristianos en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento. En algunas Diócesis la celebración de esta festividad se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, mientras en que otras la fiesta ha sido trasladada al domingo siguiente.

Estamos frente a uno de los temas más cruciales en el Nuevo Testamento. Jesús ha tenido por fin un momento tranquilo de oración cuando se le acercan los discípulos y Él les pregunta,  Jesús está indagando lo que opina la gente sobre Él mismo. Es un tema importante. Es la opinión que se tiene sobre una persona concreta: Jesús de Nazareth.

Las opiniones son varias. Evidentemente Jesús no ha pasado desapercibido por donde anduvo. La gente está hablando de Él. ¿Qué dicen? Cosas muy diversas. Es alguien con el poder de convicción de Juan el Bautista, o el mismo Elías que ha vuelto con su fuerza profética, como algunos grupos esperaban, o alguno de los antiguos profetas. Esto pone en evidencia las expectativas que había en el pueblo de Israel en aquel momento. Pero ninguna respuesta es acertada.

Obvio, la pregunta primera de Jesús, da lugar a la segunda pregunta que ya no es para toda la gente. Es para los discípulos mismos, ¿y ustedes quien dicen que soy yo?

Simón Pedro, tomó la delantera para decir lo más crucial e importante en nuestra fe y asegura con toda claridad: “Tú eres el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Todo esto Pedro lo dice por inspiración del Espíritu Santo (según Mateo 16, 17). Y es que claro, el cambio fundamental de entendimiento sobre Jesús ya es radical. No estamos frente a una persona importante, a un maestro sabio, Jesús es el Mesías, es el Hijo de Dios, es el Salvador, el Señor.

Jesús mismo, inmediatamente pide que no lo digan a nadie, y da el anuncio de su pasión. La misión del Salvador, se cumplirá en la pasión, muerte y resurrección. Tema, que seguramente no entendieron mucho los discípulos.

Pero la regla fundamental es que para seguir a Jesús, para ser su discípulo, hay que negarse a sí mismo. No pueden los orgullos, las vanidades y todo el deseo de sobresalir, tener algún lugar en los cristianos. Es negándose a sí mismo que se podrá ser seguidor, llevando la cruz, no renegar de la cruz, y para salvarse hay que dar la vida completa por el Señor y su Evangelio.

Reconstruyamos el texto:

  1. ¿Qué sucedió cuando Jesús estaba orando sólo?
  2. ¿Qué le contestaron los apóstoles?
  3. ¿Qué les pregunto Jesús?
  4. ¿Quién respondió y qué le dijo?
  5. Después, ¿Qué les ordeno y que añadió?
  6. ¿Qué les decía todos?

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

    1. Jesús es la personificación de la gran energía cósmica,
    2. Jesús es la reencarnación de los grandes de este mundo que se aparecieron de muchas formas y nombres
    3. Jesús es un mito que dio origen a una religión.
    4. Jesús es muy importante para vivir ciertos valores… Pero todo está cambiado.
    5. Jesús murió por ser buena gente, ya no hay como Jesús…

      Este texto es muy claro, nos ayuda a entender muchas cosas. Si nosotros hoy hiciéramos una especie de encuesta, entre las personas conocidas y otras que pasan por nuestra vida ¿qué encontraríamos de respuestas?

      En unos grupos hemos recibido estas ideas:

    Muchas de estas respuestas, están totalmente influenciadas por las teorías de la nueva era. Mucha gente está muy confundida hoy con respecto a Jesús. Incluso, una gran mayoría entiende que Jesús más que Dios, más que el Mesías, es simplemente el fundador de una religión. Pero no se puede tomar contacto con Jesús.

    Pero ahora Jesús te pregunta a ti:

    1. ¿Qué opinas tú de Jesús? ¿Es para ti algo como lo que dijeron algunos mencionados anteriormente?
    2. ¿Jesús es el Mesías? ¿Jesús, es para ti el Hijo de Dios?
    3. ¿Cómo te relacionas con Él?
    4. ¿Cuánto haces tú de oración por Día?
    5. ¿Realmente vives negándote a ti mismo, para hacer que sea el mismo Jesús el que viva en ti?
    6. ¿Abrazas la cruz de Jesús y das toda tu vida sin reserva para seguirlo, dejando tu vida para seguir al Señor?

    ¿Eres consciente que éste es el único camino?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor. 

Señor a quien iremos, Tú tienes palabras de vida nosotros hemos creído que Tú eres el hijo de Dios.
Queremos acercarnos a Ti, para que nos enseñes, para que nos lleves al Padre.
Tú eres el mesías, nosotros creemos en Ti.
Pero queremos pedirte que nos ayudes a aceptar nuestras cruces, a negarnos a nosotros mismos.
Muchas veces seguimos el éxito, la vanidad, el honor, el destacarnos a nosotros mismos.
Pero no nos damos cuenta que sólo en el seguimiento de tu persona, nos encontraremos de verdad a nosotros mismos.
Señor, que sepamos renunciar a todo lo que nos separa de Ti, para poder ser tus discípulos y tus misioneros.

Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por su resurrección y porque nos llena de alegría.  Añadimos nuestras intenciones de oración.

Amén

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo  del  Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

«Tú eres el mesías de Dios»
(Versículo 20)

Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.

5.- ACCIÓN: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

Si estoy solo o en grupo:

Podemos ir a nuestro grupo, y dialogar con todos sobre las exigencias del seguimiento de Cristo hoy, en nuestras vidas y tomar algunas acciones que demuestren el amor del Señor.

Y nos proponemos realizar algunas actividades que aun cuando no sean de nuestro agrado puedan demostrar que estamos cambiando de actitud. Por ejemplo algún servicio humilde, especialmente para los más necesitados, donde dejemos morir un poco nuestro orgullo para que sea Jesús quien triunfe en nuestra vida.

Acerca de Ramón Pané

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