Sinfonía de Anton Bruckner
“Una obra grandiosa” compuesta para alabar mejor a Dios y que sintetiza la fe de este gran músico. De esta forma el Papa comentó la ejecución de la novena sinfonía de Anton Bruckner, titulada “Al buen Dios”, el sábado por la tarde en el Aula Pablo VI del Vaticano, por la orquesta de la Opera de Baviera y el Coro juvenil Audi. Benedicto XVI recordó que en su “testamento sinfónico” el músico alemán, fallecido en 1896, “pedía al buen Dios poder entrar en su misterio, poder ascender a su altura, poder alabar en el cielo al Señor como lo había hecho en la tierra con su música. (INSERTO PAPA) Un llamamiento actual a abrir nuestro horizonte y pensar en la vida eterna, no para huir del presente.