Lectio Divina Dominical XXXII del Tiempo Ordinario Ciclo A

Nota: Ofrecemos disculpas, los textos que hemos utilizado para este Domingo, no corresponden, esperemos que aún así estos les sean de utilidad.

«Y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús»

Hno. Ricardo Grzona, frp

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PRIMERA LECTURA: Ezequiel 47, 1 -12
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 45
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 3, 9c – 17

Invocación al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

Amén

TEXTO BÍBLICO: Juan 2, 13-22

2,13: Como se acercaba la Pascua judía, Jesús subió a Jerusalén. 2,14: Encontró en el recinto del templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero sentados. 2,15: Se hizo un látigo de cuerdas y expulsó a todos del templo, ovejas y bueyes; esparció las monedas de los que cambiaban dinero y volcó las mesas; 2,16: a los que vendían palomas les dijo:
   —Saquen eso de aquí y no conviertan la casa de mi Padre en un mercado.
  2,17: Los discípulos se acordaron de aquel texto:
   El celo por tu casa me devora.
  2,18: Los judíos le dijeron:
   —¿Qué señal nos presentas para actuar de ese modo?
  2,19: Jesús les contestó:
   —Derriben este santuario y en tres días lo reconstruiré.
  2,20: Los judíos dijeron:
   —Cuarenta y seis años ha llevado la construcción de este santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?
  2,21: Pero él se refería al santuario de su cuerpo. 2,22: Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos recordaron que había dicho eso y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.

BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO

1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico.

Este Domingo, el Evangelio de San Juan nos presenta desde un primer momento a Jesús sacando a los mercaderes del Templo (los otros evangelistas presentan este pasaje al final) Pero en verdad es como un segundo prólogo del mismo evangelio, que quiere insistir en que todo lo que se va a tratar, no es una narración cronológica de Jesús (que no importaría tanto), sino más bien un camino espiritual de seguimiento del Señor.

Comienza con la Primera Pascua de la vida pública de Jesús, donde todos los judíos iban al templo de Jerusalén a celebrar y festejar principalmente. Sería muy útil recordar aquí la historia brevísima de este templo de Jerusalén.  Cuando Dios sacó a su pueblo de la esclavitud de Egipto, en lo que se llamó la primera Pascua, por medio de Moisés, celebró con ellos una Alianza, que fue grabada en piedra. A esto los judíos llamaron las tablas de la Alianza. El pueblo peregrinó con estas tablas que pusieron en un arca especial de madera laminada en oro. Con unos querubines de adorno principal. Esta arca fue robada por los filisteos, y estuvo perdida unos años, pero luego la pusieron en una carreta con bueyes y regresó al pueblo judío. Luego vino la época de los reyes, y David la trajo a Jerusalén y su Hijo Salomón mandó a construir el templo para custodiar el Arca. En la invasión de los pueblos de la Mesopotamia, saquearon a Jerusalén y se robaron todo y se los llevaron como esclavos. Unos años más tarde, los escribas sacerdotes vuelven para reconstruir las murallas de Jerusalén y también se reconstruye el templo, que ha pasado por varios embellecimientos por parte de los reyes de Judá. Herodes el grande, unos años antes de Jesús realiza la remodelación completa del templo.

En el templo se ofrecían los sacrificios de Toros cebados, de cabras, ovejas, que eran inmolados para recordar la alianza. Aún cuando no estaba más el arca de la Alianza, se ofrecía en el lugar donde habría quedado en una parte interna llamada “Santo de los Santos”, una vez cada cierto tiempo, un sacerdote podía acercarse hasta la pared y sólo vislumbrar el velo que separaba este lugar de los demás. Y sólo los sacerdotes podían estar en uno de los atrios y muy rara vez le tocaría en suerte a alguno quemar el incienso. El grupo de sacerdotes era muy numeroso y había que mantenerlo.

Esto daba pie a que en el atrio del templo se pudieran vender los animales que la gente ofrecía como sacrificio, y con cuya sangre eran rociados para limpiar sus pecados, como rito de purificación. Obvio, allí creció un gran comercio, y gente que venía de otros lugares, con otras monedas para comprar los animales debían cambiarlas a la moneda en curso del momento.

Todo este espectáculo es lo que observa Jesús. Y curiosamente, por única vez en su vida, se observa un gesto que sin comprenderlo puede dejarnos fuera de contexto. Jesús mismo hizo un látigo con cuerdas y fue expulsando a los mercaderes del templo con sus animales, volcó las mesas de los mercaderes y dijo: “han convertido la casa de mi Padre en un mercado”.  El Salmo 69,10 dice el celo por mi casa me devora. Que es lo que Juan coloca en el Evangelio.

Pero Jesús se refiere ahora a que se destruya el templo y lo reconstruirá en tres días. Juan Aclara que se trata no del templo de piedra, sino del nuevo templo, de la nueva Alianza, del nuevo Santuario. Por eso el evangelista, dice que sólo fue después de la Resurrección de Jesús que ellos entendieron estas palabras, que pone al principio de su narración. Es un camino espiritual que tiene como centro a Jesús Resucitado

Reconstruimos el texto:

  1. ¿Cómo comienza el relato, para que fiesta se prepara Jesús?
  2. ¿En qué lugar tiene la escena este momento de Jesús?
  3. ¿Cómo encontró el Templo? ¿Quiénes estaban allí y qué hacían?
  4. ¿Qué fue lo que hizo Jesús? ¿Lo entendieron?
  5. ¿Cuáles fueron las palabras que usó Jesús con estas personas justificando su acción?
  6. ¿Qué le dijeron los judíos a Jesús?
  7. ¿Cómo contestó Jesús sobre la destrucción del templo? ¿A qué se refería?
  8. ¿Cuándo fue que los discípulos llegaron a entender estas palabras de Jesús?

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación

  1. Estoy haciendo este ejercicio de Lectio Divina, porque quiero ser discípulo de Jesús ¿En verdad entiendo su accionar?
  2. En la vida de la Iglesia, también encontramos hoy en día algunos grupos que han hecho de la religión una sucesión de eventos, que inclusive rayan en lo comercial ¿Qué diría Jesús de todo esto?
  3. El Papa Francisco nos habla que nuestras parroquias deben ser centros de recepción, de amabilidad y apertura para el encuentro con Jesús y no Aduanas donde se deja pasar a los que nos caen bien. ¿En qué medida colaboro con mi comunidad parroquial especialmente, para que seamos esos centros de adoración al Señor?
  4. ¿Participo del culto del Pueblo de la Nueva Alianza, es decir de la Eucaristía con mayor frecuencia?
  5. ¿Me encuentro con el Señor en los Sacramentos de la reconciliación y mi devoción por la oración y la Eucaristía aumentan?
  6. ¿Me dejo encontrar por Jesús Resucitado?
  7. ¿Practico la oración, la Lectio Divina para prepararme mejor al seguimiento y discipulado del Señor?
  8. ¿Me doy cuenta que mientras más cerca de las huellas de Jesús, más encuentro con el Resucitado también es un momento de gracia para volverme un misionero?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:

Te propongo que tomemos como oración la Segunda Lectura de la Primera Carta a los Corintios:

3,9: Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.
  3,10: Según el don que Dios me ha dado, como arquitecto experto puse el cimiento; otro sigue construyendo. Que cada uno se fije en cómo construye.
  3,11: Nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, que es Jesucristo. 3,12: Sobre ese cimiento uno coloca oro, otro plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja.
  3,13: La obra de cada uno se verá claramente en el día del juicio porque ese día vendrá con fuego, y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. 3,14: Si la obra que construyó resiste, recibirá su salario. 3,15: Si la obra se quema, será castigado, aunque se salvará como quien escapa del fuego.
  3,16: ¿No saben que son santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?3,17: Si alguien destruye el santuario de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el santuario de Dios, que son ustedes, es sagrado.

Hacemos un momento de silencio para responder al Señor y demos gracias porque nos llena de alegría.

Añadimos nuestras intenciones de oración.

Amén.

Que tu oración sea un frecuente dar gracias por ser templos del Señor y pedirle que puedas creer y vivir en Jesús y en su Iglesia. Pídele la gracia de que el seguimiento te lleve a anunciarlo.

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Como interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

«Y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús»
(Versículo 22)

Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.

5.- ACCION: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

Si estoy solo, vuelvo a leer detenidamente las lecturas. Estamos reflexionando sobre nuestra propia salvación. No se trata de conocer hechos aislados. Somos nosotros mismos esos templos vivos donde se da Gloria a Dios. Cómo manifiesto que en verdad estoy convencido cada vez más de que soy discípulo misionero de Jesús. Hoy, te propongo una actividad al interno del templo, ya sea parroquial o donde tú te reúnas con tu comunidad, capilla, etc. Y busca colaborar en su aseo, en su mantenimiento, una ayuda especial que puedas hacer. Y no te olvides que es un lugar de oración y por lo tanto proponerse visitar a Jesús en el Sagrario.

En el grupo, nos vamos a comprometer en apoyar en el embellecimiento y mantenimiento de nuestro templo, como gesto exterior de que sí deseamos que sea una manifestación de lo interior. También procuraremos hacer un momento de Oración propiciatoria dentro del templo, invitando a nuestros amigos y vecinos a que nos acompañen. Un momento de la alegría de Cristo Resucitado, y de volver a “una Iglesia de puertas abiertas” como pide el Papa Francisco.

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2 comentarios

  1. Buenas noches hermanos, será que podrían corregir las lecturas para este domingo ya que no es la correspondiente para esta semana, es la segunda vez que no publican las lecturas propias. Desde ya muy agradecidos y espero que lo corrigan. Bendiciones.

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