Lectio Divina Dominical VII del Tiempo Ordinario Ciclo A

« Amen a sus enemigos y recen por quienes los persiguen»

Hno. Ricardo Grzona, frp
Cristian Buiani, frp

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PRIMERA LECTURA: Levítico 19, 1-2.17-18
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 103(102),1-2.3-4.8.10.12-13
SEGUNDA LECTURA: 1 Corintios 3, 16-23

Invocación al Espíritu Santo:

Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

-Amén-

TEXTO BÍBLICO: Mateo 5, 38-48

38 Han escuchado que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente” (Ex 21:24; Lv 24:20; Deut 19:21). 39 Pero yo les digo que no se venguen de los que les hacen daño. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. 40 Si alguien te lleva a juicio para quitarte la camisa, deja que también tome la capa. 41 Si uno te obliga a llevar una carga un kilómetro, llévala dos kilómetros. 42 Al que te pida, dale; y al que te pida prestado, no lo rechaces.

43 Han escuchado que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tus enemigos” (Lv 19:18). 44 Pero yo les digo: amen a sus enemigos y recen por quienes los persiguen, 45 para que puedan convertirse en hijos de su Padre que está en los cielos. Porque Él hace brillar el sol sobre los malos y los buenos, y hace llover tanto sobre los justos e injustos. 46 Porque si aman solo a los que los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¡También los cobradores de impuestos hacen lo mismo! 47 Si solo saludan a sus hermanos, ¿qué están haciendo de más? ¡También los paganos hacen lo mismo! 48 Por tanto, sean perfectos, así como su Padre en los cielos es perfecto”.

TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR

1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico.

El evangelista Mateo escribe para una comunidad de judíos que se han convertido al cristianismo y están en el exilio. Por lo tanto, es de entender que su interés principal es insistir en ser fieles a Jesús, el Cristo y también ser fieles a la Ley de Moisés. Una conclusión es, que un verdadero judío es el cristiano, ya que en Cristo se encuentra el pleno cumplimiento de la Ley Antigua.

Sin embargo, Jesús va un poco más allá y pide al discípulo esto que en el Evangelio llamamos “justicia superior”, porque nos lleva a una calidad de adhesión diferente al cumplimiento de preceptos externos.  Jesús no introduce novedades externas a la Ley sino que la reconduce a su autenticidad recuperando su verdadera intención y llevándola a su plenitud.

Jesús nos ofrece entonces unas nuevas energías para vivir el amor auténtico, Él siendo verdaderamente humano lo entiende desde nuestra humanidad, pero siendo verdaderamente divino, nos lleva al centro de la Ley que es el amor.

Al principio Jesús se refiere a la llamada “ley del Talión” que equipara el castigo al daño producido. Ésta estaba basada en una venganza, pero Jesús abre una nueva etapa en la evolución de los comportamientos

Por momentos pareciera una oposición decir… “pero yo les digo”, como lo vemos en el texto. En el centro de todo este relato está Jesús, como el gran mediador de la humanidad que nos enseña por qué no hay que poner resistencia, o dar la otra mejilla, o dar el manto al que pidió la túnica. También lo de acompañar más tiempo del que han pedido o no esquivar al que pide prestado. En el fondo, Jesús es quien cumple todo esto. En Él se encarna la voluntad del Padre que tiene como único objetivo la caridad, es decir, el amor más grande que supera toda la justicia.

La superación máxima en la escala del amor es “amen a sus enemigos y oren por sus perseguidores”. Tal vez es de los puntos más novedosos del mensaje de Jesús. Es una invitación a ser un discípulo diferente a todos los discípulos conocidos hasta entonces. No es sólo una doctrina sino un nuevo comportamiento, una actitud radical de vida que se distinga de los demás religiosos que cumplen normas y no viven de acuerdo a estas.

La cumbre de este texto está justo al final: Ser perfectos como el Padre es perfecto. Jesús indica que la perfección del amor está en el perdón. Es el Padre quien de una manera totalmente inesperada ama y perdona a la humanidad entregando a su Hijo que lleva esta Ley hasta su máxima consecuencia: Amar sin límites y perdonar sin límites. Todo este texto tiene por sujeto a Jesús, y una invitación a que siendo sus discípulos lo imitemos.

Preguntas para recordar el texto bíblico:

  1. ¿Recuerdas cómo se llamaba la ley a la que hace alusión Jesús?
  2. Cuando Jesús dice: “pues yo les digo” ¿Cuál es la novedad que introduce?
  3. ¿Cuáles son todas las cosas que habría que vivir para cumplir a la perfección la ley?
  4. ¿Qué novedad encontramos en relación con los enemigos y los que nos persiguen?
  5. ¿Qué significa ser perfecto?

2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?

Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:

  1. Antes de la pregunta pongámonos la mano en el corazón y preguntémonos: ¿cuántas veces yo me quedo con la ley antigua, prefiriendo la justicia de la restitución del mal cometido?
  2. En mi vida personal, muchas veces más que la justicia tiendo hacia la venganza ¿Será eso lo que Jesús me está pidiendo?
  3. ¿Podrías identificar a aquellos que te hacen pleitos, que te abofetean (de tantas formas), los que te piden que los acompañes, que les apoyes inclusive económicamente? ¿Qué actitud cambiarías desde ahora frente a estas situaciones?
  4. Todas las personas tenemos a otros que se oponen a nuestros planes. A algunos los consideramos enemigos ¿qué nos pide Jesús ante ellos? ¿Podría también identificarlos?
  5. ¿Somos amables con todos, incluso con los que no van a la Iglesia? ¿Hacemos atractivo el seguimiento de Jesús, por nuestras actitudes de comprensión, cariño, etc.?
  6. ¿Soy consciente que mucha gente no se acerca a la Iglesia por las actitudes nuestras o mías en particular?
  7. ¿Qué hago para ser perfecto?

3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor.

Señor Jesús, gracias por tu palabra.
Gracias por tu testimonio que acompaña tu palabra.
Quiero ser tu discípulo, Señor.
Pero me doy cuenta que estoy muy lejos de vivir de acuerdo a lo que me pides.
Yo sé que para Ti no hay nada imposible.
Pongo ante Ti mi corazón, ese corazón que a veces busca venganza, justicia, cumplir la ley.
Ayúdame Señor a ser misericordioso, que siempre tenga presente esto como prioridad.
Que entienda que ser tu discípulo no es sólo conocer tu doctrina, sino imitarte en todo.
Ayúdame a cambiar mi corazón de piedra por un corazón misericordioso.
Y que nunca sea piedra de escándalo para los demás, sino un humilde servidor tuyo.

Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por su resurrección y porque nos llena de alegría. Añadimos nuestras intenciones de oración.

-Amén-

4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

« Amen a sus enemigos y recen por quienes los persiguen»
(Versículos 44)

Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la resurrección para que otros crean.

5.- ACCIÓN: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.

En lo personal, voy a realizar una lista de todas las personas que yo sé que por algún motivo están fuera de mi corazón. Esas que a lo mejor me hicieron daño. Voy a identificarlas y en mis momentos de oración voy a pedir por ellas, y también por mis actitudes para poder cambiarlas. Luego de la oración voy a realizar un gesto concreto de amor y de ayuda con estas personas. Te propongo escribirlo y dejarlo visible hasta que lo cumplas.

Con tu grupo, con tu grupo de amigos, leyendo este texto vas a identificar a otros grupos que tal vez no coincidan con las formas de pensar de la Iglesia. Van a ir a tener gestos de amistad. Y como propuesta grupal organiza una visita a lugares marginales de pobreza para hacer una obra humilde que los ayude a todos a pensar que para cumplir en el seguimiento del Señor y ser su discípulo, debemos imitarlo. No dejes pasar esta semana para hacerlo.

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