Lectio Divina por Waldo Brea de República Dominicana
Invocacion del Espiritu Santo.
Ven Espiritu Santo, Espiritu de Amor.
Dame inteligencia para comprender tu palabra,
disposición y perseverancia para ponerla en práctica,
y valentía para dar testimonio de tu amor con mis obras.
Espíritu Santo, guíame al tomar decisiones.
Permíteme conocer y cumplir tu voluntad.
Amén.
Lectura : Mateo 9, 32-38.
En aquel tiempo, le llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló. La gente decía admirada:
«Nunca se ha visto en Israel cosa igual».
En cambio, los fariseos decían:
«Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».
¿Qué dice el texto?
Jesús sana a un endemoniado. El evangelista describe la actitud compasiva de Jesús para con quienes sufren pobreza, opresión, enfermedad, necesidad, etc. mientras recorría Israel junto a sus discípulos.
Eran como «ovejas sin pastor». Comparación que utiliza no solo Mateo, sino también Marcos, y aparece numerosas veces en el Antiguo Testamento. Jesús es pastor, atendiendo las necesidades y haciéndose cercano a los más humildes.
En paralelo, los fariseos, llenos de envidia, lo acusan de estar aliado al demonio. En vez de copiar lo bueno, tratan de descalificarlo con calumnias.
Jesús prepara a sus discípulos para lo que les espera, mandandoles a pedir ayuda necesaria a Dios para poder concretar su reino en la Tierra.
Meditación: ¿Qué me dice el texto?
Este texto me invita a confiar plenamente en el Señor. Algunas veces me siento como el endemoniado, necesitado de un milagro del Señor en mi vida. Otras veces, puedo sentir la presencia de Dios en mi vida y su llamado a construir el reino, pero necesito su fuerza para poder dar testimonio y tomar acción si dudarlo.
En ambas situaciones, la solución está en pedirle al Señor confiado en que me escucha y desea lo mejor para mi,
Oración: ¿Qué le digo a Dios?
Señor, escucha mi oración. Ten piedad de mí.
Conoces mi necesidad y mis debilidades.
No permitas que sea como los fariseos de tu tiempo.
Quiero aprender a amar como tu. Reflejar tu amor en mis acciones
para con quienes me rodean, sobre todo los que más sufren.
Dame la gracia de servirte y manda muchos servidores fieles para construir tu reino aqui en la Tierra. Amen.
Contemplación:
Al paso de Jesús en Israel, la gente exclamaba «Nunca se ha visto en Israel cosa igual», porque veían sus milagros y todo lo que ocurrió cuando Jesús se hacía presente en un lugar.
Hoy te invito a contemplar los pequeños o grandes milagros que han sucedido cuando Jesús se ha hecho presente en tu vida, y a alabarle libremente!
Acción.
Acércate a los que más sufren en tu entorno. Escuchales. Acógeles. Intenta construir una amistad.