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Lectio Divina por Padre José Esteban De México
0.- INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de sabiduría:
dame mirada y oído interior
para que no me apegue a las cosas materiales,
sino que busque siempre las realidades del Espíritu.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de amor:
haz que mi corazón
siempre sea capaz de más caridad.
Ven a mí, Espíritu Santo,
Espíritu de verdad:
concédeme llegar al conocimiento de la verdad
en toda su plenitud.
Ven a mí, Espíritu Santo,
agua viva que lanza a la vida eterna:
concédeme la gracia de llegar
a contemplar el rostro del Padre
en la vida y en la alegría sin fin.
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Amen a sus enemigos.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos. Y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto».
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me dice Dios en el texto?
Si somos hijos nos parecemos a nuestros padres, es una afirmación que nadie puede contradecir, hay algo en nuestra persona que nos identifica, y no solo con nuestros padres sino también con nuestros hermanos.
Ser hijos e hijas de Dios por el Bautismo, hace de los seres humanos nos parezcamos a Dios, hay señales que nos caracterizan y que nos identifican con Nuestro padre Dios.
Hoy Jesús nos hace que manifestemos ese reflejo de parentesco con Dios, al poner no solo nuestro amor como un intercambio de bondades, amar a quien nos ama, sino ir al extremo amar a quien nos critica, quien nos traiciona, etc. Manifiesta rasgos de Nuestro Padre que ama a todos y derrama bendiciones sobre todos.
Jesús nos propone claramente experimentar el sentido de vida, nuestra identidad y comportarnos como tal. Hacer lo extraordinario. En una palabra buscar la perfección, la santidad. Parecernos a nuestro Padre Celestial que derrama su misericordia sobre nosotros, nuestros amigos y los que aún no lo so
3.- ORACIÓN: ¿Qué le respondo a Dios?
¡Quédate conmigo, Señor! Ayúdame a entender la gran tarea de mi vida es la búsqueda de la santidad y que ésta no puede desligarse nunca de la gracia. Sólo Tú, Señor, puedes hacer posible mi transformación en el amor. Amando como tú amas A todos sin distinción. Me pongo en tus manos, moldéame, te amo y confío plenamente en tu misericordia, porque en ocasiones no amo como tú amas, te entrego todo mi ser.
4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Este día repitamos esta frase en lo profundo de Nuestro Ser:
“Hacer el bien a todos, como Nuestro Padre que ama a todos, está es mi identidad”
5.- ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
Hoy me esfuerzo por ser amable con todos, buscando el equilibrio en los estados de ánimo. Con la familia y los demás que se merecen lo mejor de mí.
