Lectio Divina por Angel Javier Cornejo De Panamá
✝️ Has ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños.
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Divino, de corazones consolador; fuente del amor. Llena cada uno de los vacíos que tengo en mi vida y permíteme unirme perfectamente a Ti. Tú, Espíritu Defensor, se mi guía en este caminar del Señor, que sin importar donde órdenes ir, vaya decidido a aférrame a Ti.
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la Poderosa Intercesión del Inmaculado Corazón de María, Tú Amadísima Esposa (x3). Amén.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 11, 25-27
Jesús dijo:
«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.»
Palabra del Señor
¿Qué nos dice el texto?
Jesús clama al Padre con gran satisfacción y amor por las obras que realiza cada día, mas aún, siendo reveladas a los pequeños, a los sencillos, a los anawim; ya que los sabios de las escrituras no aceptaban la Buena Nueva traída por Cristo. Continuando con su oración hacer notar que quienes dicen conocer al Padre, en verdad no lo hacen, puesto no conocen al Hijo, y como afirma; quien no conoce al Padre, tampoco al Hijo, ya que mediante esta exclamación reafirma que es el Hijo de Dios Verdadero.
Meditación
Hoy más que nunca nos debe quedar claro el mensaje de la Buena Nueva que Jesús, Dios mismo, quiere para con nosotros, no necesita ser letrados para conocerlo ni mucho menos estudioso para amarlo. Puesto quien dice conocer más dudará de la Verdad, una verdad pura y sencilla. Pues Dios no habla en clave, sino directo al corazón de quien quiere escuchar. Muchas veces escuchamos una de las frases más trilladas de Jesús; “El que tenga oídos, que escuche; y el que tengo ojos que vea”. Un mensaje sencillo en tan cortas palabras es lo que nos invita hoy nuestro Dios a meditar.
¿Dónde está hoy mi corazón? ¿Por qué dudo en ocasiones, sabiendo que estás conmigo? ¿Creó que eres tú, el Hijo del Padre Verdadero? ¿Sigo escuchando la voz del Señor?
Oración
Permíteme alabarte y agradarte en cada momento, y dispón de mí en todo lo que necesites. No quiero llegar a ser un sabio por mis méritos y creer que todo lo sé. Has de mi corazón una esponja, para que absorba tu Amor y que confié en Ti, día a día. Bendito seas siempre y te agradezco por llegar a mí y lograr escucharte, mi Amado Jesús. Te reconozco como el verdadero Hijo del Padre, porque en Ti, solo hay verdad y justicia. Amén.
Contemplación
† Has escondido todos tus secretos a los sabios y letrados; siendo estos conocidos por los pequeños y sencillos.
† Tú, eres el Verdadero Hijo del Padre, y el Padre está en Ti y Tú en Él.
Acción
† Acompañar a Jesús en la Eucaristía y en el Santísimo Sacramento para escucharle y reconocerle, como verdadero Hijo del Padre.