Lectio Divina por Adrían García Rosa de República Dominicana
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo a llenarme de ti, pues tú Santa presencia ilumina mi mente, mi alma y mi corazón para recibir al Padre a través de su Santa Palabra, y al Hijo que es La Palabra hecha Carne.
Tú, Espíritu Santo, ayúdame a comprender, meditar y aplicar la palabra de Dios; y que así como lo haces conmigo, otros puedan llenarse y regocijarse con la Buena Nueva, Amén.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6, 30-34)
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.»
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor.
Lectura: ¿Qué me dice el texto?
En este Evangelio podemos ver, que incluso Jesús como humano, tenia necesidades comunes, como en este caso, de descansar. Pero aún así cumple con su rol de enseñar a los demás, cumple con el rol de ser ejemplo, y de servir a su gente. Jesús no dudó en hacerle frente a las necesidades del pueblo, porque lo que buscaban era aprender, era escuchar, era seguirle.
Es por esto que Jesús demuestra una vez mas que aún habiendo escogido a sus apóstoles para su aprendizaje y seguimiento, nunca dejó de lado a las multitudes, a los pueblos, a su gente, puesto que ellos necesitaban igual o más que los elegidos personalmente por Él.
Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Dios nos deja ver como Jesús, aún siendo su hijo, aún siendo creación Divina, no deja de ver en su día a día lo que Dios quiere que el haga. Es decir, aunque Jesús quería algo, tenía sus propias necesidades, supo discernir que el Plan de Dios en ese momento, era diferente, era algo más, y el aceptar la voluntad de Dios en ese momento, como en muchos otros, era parte de su misión.
Está lectura me hace preguntarme:
¿Escucho yo la voluntad de Dios para/conmigo?
¿Se darme cuenta cuando Dios me pide algo diferente a lo que yo quiero y/o necesito?
¿Cómo respondo a ese llamado?
Oración: ¿Que le respondo a Dios?
Señor, gracias por hacerme notar que tu voluntad y tu plan son mucho mas grandes que mis propias necesidades. Gracias por demostrarme que seguir tu voluntad es por un servicio a Ti para beneficio mio y de los demás.
Hoy te pido, Señor, que aumentes mi capacidad de discernir, de tal modo que vea las necesidades que tu me propones y las cosas desde un punto de vista diferente, sin dejar de apreciar la importancia que tienen mis propias necesidades.
Amén.
Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Me quedo pensando repetidamente en la frase «Se puso a enseñarles con calma».
Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
1. Permitirme escuchar la voz de Dios.
2. Aceptar las peticiones que Dios me hace, para así cumplir su voluntad.