Lectio Divina por José Eduardo Ramírez de Guatemala
Invocación al Espíritu Santo
Resplandezca sobre nosotros,
Padre omnipotente,
el esplendor de tu gloria,
Cristo, luz de luz,
y el don de tu Espíritu Santo
confirme los corazones de tus fieles,
nacidos a la vida nueva en tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor,
Amén
1. Lectura (¿Qué dice el texto?) Juan 7, 40-53
Muchos entre la gente, que le habían oído estas palabras, decían: «Este es
verdaderamente el profeta.» 41 Otros decían: «Este es el Cristo.» Pero otros
replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? 42 ¿No dice la Escritura
que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de
donde era David?» 43 Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa
de él. 44 Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. 45 Los
guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les
dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?» 46 Respondieron los guardias:
«Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre.» 47 Los fariseos les
respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? 48 ¿Acaso ha
creído en él algún magistrado o algún fariseo? 49 Pero esa gente que no conoce
la Ley son unos malditos.» 50 Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que
había ido anteriormente donde Jesús: 51 «¿Acaso nuestra Ley juzga a un
hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?» 52 Ellos le
respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea
no sale ningún profeta.» 53 Y se volvieron cada uno a su casa.
1.1 Releamos el texto:
El texto no lleva desde el principio a oír a Jesús, la gente lo oye, los guardias lo
oyeron y Nicodemo al final del texto invita a los fariseos a oír a Jesús (él ya lo
había hecho). El escuchar a Jesús tiene como efecto, ya como Él lo había
dicho en su momento: “generará divisiones” (Cf. Mt 10, 34-36). Para nosotros
es fácil conocer los orígenes de Jesús, pero para los Judíos, no y se especulaba
sobre sus orígenes, incluso se le recriminaba que fuera carpintero (Cf. Mc 6,3)
o hijo del carpintero (Cf Mt 13,55). En este sentido unos escuchaban a Jesús
como un profeta, otros como el Mesías y otros simplemente cuestionaban su
origen y, por lo tanto, la veracidad de sus palabras.
2. Meditación (¿Qué nos dice el Texto?)
Solamente escuchando la Palabra de Dios, haciéndola suya, un discípulo puede
hacer un juicio sobre Jesús, entendemos como juicio el aceptar la Palabra de
Dios y hacer la vida. Escuchar a fondo la Palabra de Jesús, nos invita a
colocarnos radicalmente de su parte y seguir su camino hasta la muerte, es un
reto que los discípulos de Jesús tienen diariamente, al día de hoy seguir a
Jesús escandalizan e incluso crea división entre sus oyentes, tanto que vemos
esa división en el seno de la misma Iglesia. La Cuaresma es tiempo propicio
reflexionar sobre nuestro seguimiento a Cristo.
Preguntémonos:
¿En la vida personal, en nuestra familia y en nuestra comunidad, qué tan
radical es nuestro seguimiento a Jesús? ¿De qué lado estamos?
¿Cómo líderes en nuestra Iglesia, escuchamos al Señor, a nuestros hermanos o
sólo sacamos juicios que nos nublan el buen discernimiento?
3. Oración (¿Qué me invita a decirle al Señor el texto?)
Digámosle al Señor:
– Que queremos ser sus discípulos, sus seguidores
– Que queremos encaminar nuestra vida hacia un seguimiento radical a Él.
– Que queremos escucharlo para poder discernir lo que debemos hacer en
nuestras vidas.
4. Contemplación (¿Qué cambio radical en mi vida me pide el
texto?)
Releamos el texto y en silencio escuchemos lo que el Señor tiene que decirnos.
Hagamos de nuestro corazón ese desierto que nos ayuda a escuchar al Señor
libremente y sin prejuicios.
5. Acción (¿Qué me invita el texto a hacer?)
– Personalmente, hagamos un análisis de nuestra vida para conocer qué
debemos cambiar para escuchar mejor al Señor.
– En nuestra familia, escuchemos a los miembros de nuestra familia, no
nos cerremos a nosotros mismos.
– En nuestra comunidad (Parroquia, etc.), estemos atentos a lo que los
demás tienen que decirnos. Escuchemos sin predisponernos a lo que
ellos tengan que decirnos.