Lectio Divina del día – WhatsApp Juan 6, 52-59

Lectio Divina por Javier Villatoro de Guatemala

Invocación al Espíritu Santo:

Santo Espíritu de Dios, Lava lo que está manchado, Riega lo que está reseco, Sana lo que está enfermo, Doblega lo que está rígido, Calienta lo que esta frio, Endereza lo que está desviado, Y reparte tus 7 santos dones, Según la fe de tus ciervos, amén.

Texto Bíblico:

† Lectura del Santo Evangelio según San Juan (6, 52-59)

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?” Jesús les dijo: “Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.

Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre”. Esto lo dijo Jesús enseñando en la sinagoga de Cafarnaúm.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

Lectura: ¿Qué dice el texto?

Meditación-reflexión

Lo lógico, lo razonable, es objeto de la razón, pero el amor no tiene lógica. Por eso dirá Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no comprende”. Si Dios se hubiera guiado por la lógica de la razón no tendríamos ni Encarnación, ni Redención, ni Eucaristía. Afortunadamente para nosotros Dios se ha guiado siempre por la lógica del amor. Y una de las características del amor es que “el amor no se va, el amor se queda”.  Se fue al cielo y se quedó con nosotros a través de la Eucaristía. Y se quedó de la manera que mejor pudiera demostrarnos todo lo que nos quería. Porque existe el amor de padres, de hermanos, de amigos, de esposos. Pero con ninguno de estos amores se puede llegar a una intimidad tan grande como con el alimento. Al recibir a Cristo en la Eucaristía, ese alimento no lo hacemos sustancia nuestra, pero sí nosotros nos unimos sustancialmente con Dios. Cada uno de nosotros puede decir con San Pablo: “Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí” (Gal. 2,20).

“Esta fe nuestra en la presencia real de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, en el pan y en el vino consagrados, es auténtica si nos comprometemos a caminar detrás de Él y con Él…. Caminar con Él y detrás de Él, tratando de poner en práctica su mandamiento, el que dio a los discípulos precisamente en la última Cena: “Como yo os he amado, amaos también unos a otros”. El pueblo que adora a Dios en la Eucaristía es el pueblo que camina en la caridad. Adorar a Dios en la Eucaristía y caminar con Dios en la caridad fraterna”. (Homilía de S.S. Francisco, 14 de junio de 2014).

Oración: ¿Qué le digo o decimos a Dios?

Señor, gracias por inventarte una forma de irte con tu padre pero también de quedarte para siempre conmigo, sé que a lo mejor no lo merezco pero tu amor es más grande que el del humano, un amor que no tiene límites y que amas hasta 70 veces 7.

Dame la capacidad de entender la razón y no la lógica, para que siempre pueda actuar como tú lo harías y no como el hombre, que se da según lo recibido y no sin límites como lo haces tú.

Juntos cantamos:

Amar es entregarse, Olvidándose de sí, Buscando lo que al otro, Pueda hacerle feliz…

San José, por tu intercesión que me pueda dar sin límites y que con tu ejemplo de trabajo me haga nunca rendirme en el trabajo por la evangelización, siendo capaz de donarme por amor al otro, te encomendamos a todas las personas que han o perderán sus trabajos para que puedan encontrar pronto y Dios le provea lo necesario para que su pan nunca falte, Amén.

Contemplación: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.

ACCIÓN: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

  1. Hemos iniciado el mes de María, por lo que procuremos reza el Santo Rosario, para que nuestra Señora interceda ante Dios para que pronto las personas que no tienen empleo puedan conseguir uno pronto.
  2. Valorar la Regalo de la Santa Eucaristía asistiendo diariamente cuando se supere la Pandemia y en este momento hacer lo posible por vivirla por medio de TV o Redes Sociales de forma diaria. 
  3. Comprometernos a rezar un Padre Nuestro, por aquel hermano que deberíamos amar más o bien con el que hemos tenido un problema o pelea. 
  4. Impulsar un rosario challenge con tu comunidad para que el Odio del hombre sea erradicado y la semilla del amor de Dios de frutos y demos cumplimiento al mandamiento del Amor.

Acerca de Javier Ernesto Villatoro

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