Lectio Divina por Mario Vásquez desde Guatemala
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
¡Oh! Espíritu Santo, te invoco
con mucha fe, por el poder que Dios te ha otorgado,
implorando por tu gracia, me concedas los dones
que tu puedes brindar, asi mismo, me selles
con tu santo espíritu, pues tuyo soy,
y anhelo estar por siempre, cerca de la presencia de Dios.
LECTURA Del santo Evangelio según San Juan 17, 20-26
No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplen mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.»
PALABRA DE DIOS
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS
MEDITACIÓN
En este evangelio Jesús avanza en el horizonte y reza al Padre: No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Existe una gran preocupación de Jesús por la unión que debe existir en las comunidades. Unidad no significa uniformidad, sino permanecer en el amor, a pesar de todas las tensiones y de todos los conflictos. El amor que unifica al punto de crear entre toda una profunda unidad, como esa unión firme y sincera entre Jesús y el Padre. Por esto, a través del amor entre las personas, las comunidades revelan al mundo el mensaje más profundo de Jesús.
El amor que une a las personas divinas Padre e Hijo y Espíritu nos permite experimentar a Dios a través de la unión con las personas en una comunidad de amor.
ORACIÓN
Hazme Jesús una persona de amor, que refleje la unión de la Santísima Trinidad, que podamos experimentar esa fuerza innovadora y creadora que nos llene de paz.
Hazme sentir en tu palabra la fuerza que nace del amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
ASÍ SEA.
CONTEMPLACIÓN
Dejemos grabado en nuestro corazón y reflexiones:
No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno.
ACCIÓN
Hoy podemos hacer énfasis en esta pregunta, reflexiones:
¿En nuestra comunidad estamos percibiendo verdaderamente el reflejo de la Santísima Trinidad?
Este es un momento especial para pensar si somos fieles ejemplos del amor.