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Lectio Divina por María Laura Sánchez de Argentina
Invocación al Espíritu Santo:
«Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía Señor tu Espíritu y todo será creado, y repuebla la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la Luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
0.Lectura del santo evangelio según san Juan (16, 16-20):
“Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”.
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: “¿Qué significa esto que nos dice: Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”? ¿Y qué significa: “Yo me voy al Padre”? Decían: “¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir”. Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: “Ustedes se preguntan entre sí que significan mis palabras: “Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver”.
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar.
Palabra de Dios.
1.Comentario de la Palabra: ¿Qué dice el texto?
En el discurso de despedida del Señor con sus apóstoles, les vuelve a anunciar que Él se tiene que ir, y los apóstoles no entendían lo que el Señor les quería decir. Pero el Señor insiste en que es bueno para ellos que Él se vaya, porque cuando Él se vaya vendrá el Espíritu Paráclito, el Espíritu Santo. Es decir que el Señor se va, pero no los va a dejar solos, les va a enviar el Espíritu de Dios.
2. Meditación: ¿Qué me dice?
Los apóstoles, no terminaban de entender esto, de que «un poco más y ya no me veréis, y otro poco y me volveréis a ver».
Finalmente, el Señor les dice que les va a hablar con toda claridad, y que ellos van a recibir con toda claridad este mensaje de Dios, y que el Padre los ama, porque ellos creen y aman a Jesús, el Enviado. El Señor les ha querido decir a sus apóstoles que nadie está confirmado en gracia. Deben saber que la confianza que ahora tienen, y que proviene de su fe en el Señor nos los va eximir de las tribulaciones y angustias del mundo, y que a pesar de todo eso, ellos tienen que seguir creyendo en Jesús, porque el único que ha vencido al mundo es Él, y solo ahí van a encontrar la paz.
Nosotros sabemos que así son las cosas. Debemos estar prevenidos ante el mundo con las grandes tentaciones del mundo, porque vamos a ser probados. No basta con el acto de fe y con la confianza que este acto de fe provoca en nuestro Espíritu, sino que además, debemos prepararnos para el combate. La fe no nos libera del combate. Más aun, desde la fe hay que liberar el combate. Y ahí si es importante rescatar, en medio del combate, la confianza en Aquel, el único que ha vencido al mundo. Por eso debo estar dispuesto a dar el combate y por eso estoy seguro que voy a ganar en la medida en que me apoye en una inquebrantable confianza en la gracia de Dios.
Pidámosle al Espíritu Santo que nos ilumine con sus siete dones, y nos sostenga en el buen combate, al cual nos convoca nuestra vocación cristiana.
3. Oración: ¿Qué le digo al Señor?
La Lectio Divina es una oración, y en la oración dialogamos con el Padre. Leímos la Palabra y reflexionamos sobre ella escuchando lo que el Padre tenía para decirnos, ahora es el momento de hablarle nosotros a Él.
4. Contemplación:
Este momento es para que lo que surgió de la oración pueda ser aplicado a nuestra vida.
5. Acción ¿A que me comprometo?
Este momento es para que lo que surgió de la oración pueda ser aplicado a nuestra vida.
Oración final de la Lectio:
† El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la Vida eterna. Amén.
