Lectio Divina por Neritza Milagro Rivas de Venezuela
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu santo
Abre mis oídos para escuchar tu voz
Hazme dócil a ella, e inspírame lo debo decir.
Tus palabras sean mis palabras y en ellas encuentre la centralidad de mi vida.
Lectura del santo evangelio según San Juan (1,19-28):
Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?»
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.»
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?»
Él dijo: «No lo soy.»
«¿Eres tú el Profeta?»
Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor
¿Qué dice el texto?
El evangelista Juan, nos presenta la figura de Juan el Bautista. Los jefes religiosos intrigados, por forma de predicar de Juan, se acercan de manera insidiosa para preguntarle ¿quién es?. El les responde afirmando lo que no es “No soy el Mesías ni Elías ni el profeta que todos esperaban». Pero, después les dice lo que es. “Yo soy la voz que grita en el desierto”. Los emisarios no quedando conformes insisten en saber por qué Juan Bautizaba si eso solamente lo podían hacer los profetas mesiánicos. Ante la pregunta, Juan afirma que bautiza con agua pero, qué hay uno que vine detrás de él(Jesús) , que está en medio de ellos, más no lo conocen, a quién él no merece desatarle las sandalias.
¿Qué me dice el Señor?
Juan es testigo de la Luz , es como un espejo capaz de reflejar con su vida, a quién es la luz y la fuente , Jesús.
Con su forma de vivir puede hacer que la luz que en él ha iluminado llegue a cualquier profundidad del corazón y eliminar toda oscuridad provocada por el pecado.
Juan el Bautista es el testigo humilde, no se
Atribuye honores, no se da importancia . Sin embargo puede irradiar la luz de Cristo, transmite vida, luz, trasformando muchas cosas en la vida. Su vida atrae y despierta interés porque no enseña doctrina como tal, sino que invita a “ vivir” desde lo sencillo y determinante de su vida, no mostrándose a él sino al que viene detrás de él , Jesus el Señor.
Juan dice a los sacerdotes y levitas que Jesús está en medio de ellos y no le conocen, y así sucede, son muy instruidos , poseen el conocimiento y dominio de La ley, pero es lo que precisamente no les permite ver la salvación que está frente a ellos, la vida de Jesús no les inspira y mucho menos pueden ver la relación qué entre Jesús y la vida de ellos. Jesús representa para ellos interrogante, desafío interpelación y no eran dispuestos a cambiar la seguridad que les proporciona estar apegados a la ley.
Hacen faltan testigos, que anuncien, denuncie, proclamen con sus vidas, al Dios vivo. Para esto es necesario reforzar la vida espiritual , la oración , el encuentro personal con Jesús, porque sólo el poder del Espíritu Santo puede hacer el alma se reanime y generar verdaderos testigos de Cristo.
¿Qué le respondo yo al Señor?
Mi Señor, gracias te doy por tu palabra que nunca cambia, es siempre luz y verdad en mi vida por eso te pido la gracia para vivirla, que habiendo recibido su luz pueda únicamente reflejarte a ti en todo mí actuar, basta que pretender reconocimientos y honores , basta de ponerme como referente , cuando el modelo a seguir en este camino eres Tú. No soy más que un instrumento que has querido usar para darte a conocer. Es clara la misión a la que me invitas , “allanar el camino del Señor”, siendo verdadero testigo de tu luz en mi. Infunde tu Espíritu en mi, para que pueda reconocerte como mi Señor y proclamar en lo sencillo de cada día el amor transforma te y desafiante que ofreces sin medidas.
Libérame de las cadenas que me he puesto al apegarme a la ley, olvidándome de la más importante que es el amor.
¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
¿Reflejo la luz de Cristo?
¿A quién estoy presentando con mi vida, a Jesús o a mi mismo?
¿Puedo reconocer a Jesús y aceptar su invitación a ser sus testigos ?
¿Cómo llevo a la vida esta Palabra?
En primer lugar se hace necesario el encubrir diario en la oración , porque es allí donde por medio del Espíritu Santo recibimos la Gracias para ser verdaderos testigos de Jesús. Seguidamente surge de
Este encuentro , la parresía de anunciar al mesías , El Señor, en nuestros trabajos, en el supermercado , hospital, transporte, entre los más pobres , envejecientes, migrantes , etc.