Lectio Divina 31 de agosto 2017 – Memoria de San Ramón Nonato
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ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu espíritu,
que abra nuestra mente para comprender tu mensaje
y nuestro corazón para asimilarlo,
y así, con ese fuego, la faz de la tierra sea renovada. Amén
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LECTURA
Del santo Evangelio según San Mateo 24,42-51.
«En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Velen y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre. Fíjense en un servidor fiel y prudente, a quien su amo nombró encargado de toda la servidumbre para que le proporcionara oportunamente el alimento. Dichoso ese servidor, si al regresar su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que le encargará la administración de todos sus bienes. Pero si el servidor es un malvado, y pensando que su amo tardará, se pone a golpear a sus compañeros, a comer y emborracharse, vendrá su amo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará severamente y lo hará correr la misma suerte de los hipócritas. Entonces todo será llanto y desesperación».
Démonos un tiempo de silencio interior para que la Palabra haga eco en nuestra mente y corazón.
Antes de pasar a la meditación, ¿qué dice el texto?
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Este texto forma parte el último discurso de Mateo, discurso dedicado a la escatología, al final de los tiempos. Mateo parte de la premisa que el Reino de Dios YA ha venido en la persona de Jesús. En torno a Jesús y su mensaje, la comunidad de creyentes empieza a organizarse, con un tímido esbozo de lo que será la Iglesia. Las pequeñas comunidades se reúnen en las casas, oikós (lugar de comunión en griego koiné, y de allí surge la famosa palabra «koinonía», comunión. Si recapitulamos el evangelio de Mateo, éste sería el itinerario: La Palabra inaugura el nuevo Reino, cuyo mensaje principal y central son las bienaventuranzas (Mateo 5). Esa Palabra y el Reino ha congregado a discípulos y ha dado frutos de comunidad (Mateo 10, Mateo 18). Jesús, la Palabra, ya no estaré en medio del pueblo. La Iglesia, el pueblo, necesita preguntarse en base a qué testimonio esa misma Iglesia ha sido establecida y en función de quién hace lo que hace. De ahí nace el discurso escatológico, para expresar no solamente los últimos eventos y días de la vida de Jesús. Lo hace en función de presentar también el drama de la existencia humana: el fin de los tiempos y el advenimiento definitivo del Reino de Dios. En los días futuros escucharemos dos parábolas: las vírgenes necias y prudentes y la de los talentos. En ambas el tema es igual: vigilar, estar «pilas», pendientes, pues el Reino no es algo que pasó, es actual y se hace día a día, de forja con el testimonio de cada cristiano. Y ese es, precisamente, el mensaje del evangelio de hoy.
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MEDITACIÓN. ¿Qué me dice el texto?
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¿Cómo vivo mi apertura al futuro? ¿Me encierro en mi “metro cuadrado” de comodidad? ¿Soy capaz de dejarle una rendija al Espíritu Santo para que por ella se cuele y vea la realidad que me afecta con una mirada de oportunidad?
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¿Cómo soy agente de unidad en mi familia? ¿En mi grupo de apostolado? ¿En mi trabajo? ¿En mi diócesis?
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¿Qué elementos de mi vida me ayudan a permanecer en el amor a Jesucristo? ¿Qué áreas de mi vida me alejan de su amor?
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ORACIÓN (Oro con el texto bíblico)
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“Velen y estén preparados.”
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“Fíjense en un servidor fiel y prudente.”
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“También ustedes estén preparados.”
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CONTEMPLACIÓN
Les invito a este momento de contemplación escuchando esta canción: https://youtu.be/lN6nErqWPuk
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ACCIÓN
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¿Qué acción concreta haré hoy por restablecer los vínculos de comunión y permanecer alerta y vigilante?