Lectio Divina por Edita Pérez Tejada de República Dominicana
Invocación al espíritu santo
¡Oh! Espíritu Santo, te invoco
con mucha fe, por el poder que Dios te ha otorgado,
implorando por tu gracia, me concedas los dones
que tú puedes brindar, así mismo, me selles
con tu santo espíritu, pues tuyo soy,
y anhelo estar por siempre, cerca de la presencia de Dios.
Espíritu Santo, ¡Espíritu generoso!
concédeme el gozo de la salvación.
Dame sabiduría y entendimiento
como le distes al Rey Salomón,
para que pueda resolver las situaciones o conflictos,
que la dinámica de la vida misma nos pueda presentar
y saber discernir entre el bien y el mal. Amen
Lectura del santo evangelio, según san Lucas 18, 9-14
Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: «Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas». Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador». Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
Palabra del señor
Lectura ¿Qué dices el texto?
En este tiempo de cuaresma nos invita a la conversión. Sin duda, todos tenemos necesidades de transformación de interior, de volver nuestro rostro a Dios. Durante nuestra vida, nosotros también nos comportamos como el publicano o como el fariseo.
En ambas situaciones, tenemos necesidad de poner los ojos en Dios y reconocer lo que de verdad somos; Él sí nos conoce y sabe de qué barro estamos hechos. Esta cuaresma es una nueva invitación que nos hace fijarnos en Él, en dejar de lado todo lo que nos distancia de su presencia. Con un corazón humilde acudamos con su presencia y renovémosle nuestro amor, pidamos perdón por nuestras faltas y ofrezcámonos hacer cirineos en el camino al Calvario, para aliviar la carga de Jesús.
La humildad, la sencillez, la docilidad al Espíritu Santo son esenciales para abrir el corazón a Cristo. A los hombres nos gustan que nos aprecien, que nos estimen, que nos tomen en cuenta, que nos amen. Buscamos llamar la atención de quien nos rodea, de quien queremos que nos ame. ¿No queremos de igual formar llamar la atención de Cristo? ¿No queremos que Cristo nos vea y nos manifieste su amor? Pues estas virtudes serán el motivo para que Dios pose su mirada en nosotros. Siempre lo hace, pero si nos esforzamos en vivir estas virtudes lo hará de manera especial.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación tu reflexión personal?
Meditación, ¿Qué nos dice el texto?
Entender que el señor es como el amigo que siempre está a nuestro lado. ¿Cómo es mi relación con Jesucristo? ¿De verdadero amigo o solo cuando lo necesito?
Oración ¿Qué le decimos a Dios?
Señor Jesús, después de meditar a tu lado cómo puedo amarte a través de mi prójimo te doy gracias por enseñarme a amar, sabiendo que no sólo necesito amar a aquella persona que menos quiero, sino que también puedo amar al que lo necesita. Amén.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal? Cada uno pone sus intenciones. Amén.
Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la palabra de DIOS?
Repetimos
Dios mío, apiádate de mí. que soy un pecador.
Dios mío, apiádate de mí. Que soy un pecador.
Dios mío, apiadaste de mí, que soy un pecador.
Acción ¿A que me comprometo con esta palabra?
Ayudare y serviré a los demás con amor y paz para entenderle y escucharlos como lo haces Jesús.
Siguiendo el mensaje de este texto.
¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?