Lectio Divina por Juan Gerardo Escamilla Ochoa De México
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo y llenan nuestro corazón de tu amor, nuestra mente de tu sabiduría y nuestras acciones de tu misericordia, infunde e inspira en nuestro ser acciones bondadosos, concédeme serenidad, paz y Amor.
Amén.
1. Lectura: Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,31-37):
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús le intimó: «¡Cierra la boca y sal!»
El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: «¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.»
Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.
Palabra del Señor.
2. Meditación:
Me llama la atención 2 acontecimientos que aparecen en este Evangelio, primero la manera en como se asombra la gente en las enseñanzas de Jesús, es el que nos da ese mensaje liberador de amor y de paz, el es esa persona que tiene autoridad para predicar su mensaje, la segunda cosa es como el señor libera a una persona poseída, es la misericordia de Dios que nos alcanza para liberarnos de cualquier atadura y de cualquier mal en nuestra vida, por último la gente se queda admirada de sus enseñanzas y del poder liberador que tiene Jesús.
3. Oración:
Señor Jesús fuente liberadora de todo mal ayúdanos y fortalecemos en estos momentos tan difíciles que estamos viviendo, concédenos el don de la Libertad, te pedimos por favor que atiendas todas nuestras súplicas y necesidades, llenamos de tu paz y tu misericordia.
Amén.
4.- Contemplación:
En esta Contemplación te pido que recuerdes aquellas palabras en donde la gente se quedaba asombrada por las enseñanzas de su doctrina.
Lleva a tu mente y a tu corazón está pregunta:
¿Que te admira de Jesús y de sus enseñanzas?
5. Acción:
Pon por escrito aquellas cosas que no te dejan ser libre, ponles nombre y apellido y pídele a Jesús en tu oración que te ayude a vencer esas cosas que te hacen tanto daño.
Amén.