Lectio Divina
Viernes 28 de abril 2023
Viernes III Semana de Pascua
Antonio Arocha Venezuela ✍🏻🇻🇪
🕊 Invocación al Espíritu Santo
Te invito con esta canción dejarte inundar del Espíritu Santo
📖 1. Lectura, ¿Qué dice el texto? Juan 6, 52-59
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre». Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaúm.
Breve estudio
Los judíos no podían entender a Jesús cuando les habla de comer su carne y beber su sangre. Los romanos pensaban que los cristianos eran poco menos que caníbales. Estas palabras de Cristo quedarán desveladas en la cena de la Pascua. El milagro cotidiano de la Eucaristía, de la presencia real del Hijo de Dios en el pan y el vino sacramental es el mejor regalo que se nos ha hecho. Nuestro Dios es un Dios vivo y su presencia en el sagrario la prueba palpable de que está entre nosotros como prometió.
Cristo vino a cambiarlo todo, a transformar el mundo, hasta la misma muerte. Y estas palabras en la sinagoga lo subrayan: “El que come mi carne y bebe mi sangre vivirá para siempre” La muerte es vencida por Jesús que de esta manera nos abre las puertas a la vida eterna. Este misterio no es fácil de entender, por eso Santo Tomás de Aquino dirá en el “Tantum ergo”: “La Fe reemplace la incapacidad de los sentidos” Nuestra Fe se basa en la resurrección de Jesús, en la Vida, y en la presencia de su cuerpo y su sangre en el Santísimo Sacramento.
🧘🏻♂🧘🏻♀ 2. Meditación, ¿Qué me dice el texto?
¿Qué tanto me esfuerzo por comer su cuerpo y su sangre? ¿En realidad valoro este gran sacrificio y alimento? ¿En verdad creo que su cuerpo es verdadera comida y su sangre es verdadera bebida? ¿Cuándo recibo a Jesús lo dejo vivir en mí? ¿Soy eucaristía viva?
🙏🏻🙌🏼 3. Oración ¿Qué le digo al Señor?
Te propongo que hagas pausadamente la siguiente oración: Padre mío, si realmente conociera lo grande que es el don de la Eucaristía, acudiría con más fervor a recibir este don y trabajaría incansablemente por incrementar el amor a ella en todos los demás, empezando por mi propia familia. Permite, Señor, que sepa compartirte, que mi vida eucarística nunca se centre sólo en mi persona sino que sea el pan que me dé la fuerza para llevar a cabo mi misión.
🙇🏻♀🙇🏻♂ 4. Contemplación, ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios en mi vida?
Te invito a contemplar la eucaristía con el canto de nuestro Franklin Conil
🏃🏻♀🏃🏻♂ 5. Acción, ¿A qué me comprometo?
Toma conciencia de que la Eucaristía es la fuente y la base de tu fe, porque ahí encuentras al Señor en cuerpo y alma. Intenta vivir la Eucaristía como acción de gracias y como alimento para tu fe.