Lectio Divina por José Carlos Rivera Hernández de Honduras
INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO.
Ven Espíritu santo, ilumina mi mente, mi corazón, para poder entender y comprender, el mensaje que hoy me quieres regalar, para fortalecer mi vida espiritual, y seguir perseverando en este caminar cristiano.
Amén.
LECTURA: ¿Qué dice el texto? Evangelio según San Mateo 9, 9-13.
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Palabra del Señor.
MEDITACIÓN: ¿Qué me dice el texto?
Para la meditación, quiero que con sinceridad, respondas desde tu interior cada una de las siguientes preguntas:
– ¿Qué tan grande es mi disponibilidad como persona, en reconocer a Jesús, como mi señor, y poder seguirle, así como lo hizo mateo, de inmediato?
-¿Qué me cuesta dejar, o cuales son las ataduras, que me impiden seguir a Jesús? Mateo era cobrador de impuestos, llevaba una vida muy cómoda, y de lujos, y el dejar todo eso, para seguir a Jesús. ¿Y yo que tengo que dejar? ¿Mi orgullo, mi pereza, mi envidia, mi falta de fe?
-¿Cuántas veces me he dedicado más a ver lo que hace mi prójimo con su vida, en criticarlo, en vez de ver mi propia vida, mi persona, así como actuaron los fariseos, al cuestionar a Jesús, por sus acciones?
-¿Jesús dice, yo he venido no por los sanos, sino por los que están enfermos, el día de hoy, de que enfermedad espiritual y física quieres que el señor te sane, que pecado quieres que te ayude a vencer, medita en tu interior?
ORACIÓN: ¿Qué le respondo a Dios?
En este momento tomate tu tiempo, para hablar desde tu interior con Jesús, él te escucha, haz tu oración personal, a la luz de este texto que has meditado.
Señor te pido que me ayudes a acrecentar mi fe, para ser igual que Mateo, que desde mi comodidad, pueda dejar eso que me impide seguirte libre e incondicionalmente Jesús, me pongo en tus manos, sé tú el que sane mi interior de todo pecado, y situación que me separe o aleje de ti Dios mío.
Amén.
CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
Para la contemplación, puedes repetir varias veces este fragmento del texto, que yo elegí, para contemplarlo.
Sino elegí la palabra o frase, que más resuene en tu interior, para que hagas tu contemplación.
ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
A la luz de esta Palabra que hemos meditado y reflexionado, realiza un compromiso con el Señor, que acción de cambio vas a realizar en tu vida, proponte algo en concreto, y que puedas realizar, de aquí en adelante.