Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 9, 35–10, 1.6-8

Lectio Divina por Jesús Acuña Acevedo de Costa Rica

Buenos Días hermanos

Les comparto la Lectio Divina del Evangelio del día sábado, fiesta de san Francisco Javier, patrono de las misiones:

Invocación al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,
Llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos
el fuego de tu amor.
Envía, Señor, tu Espíritu.
Que renueve la faz de la Tierra.

Oremos:
Oh Dios,
que llenaste los corazones de tus
fieles con la luz del Espíritu
Santo; concédenos que,
guiados por el mismo Espíritu,
sintamos con rectitud y
gocemos siempre de tu consuelo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

📖 Lectura:

Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,35–10,1.6-8):

EN aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».
Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».

Palabra del Señor.

🔍 Meditación:

Hoy, cuando ya llevamos una semana dentro del itinerario de preparación para la celebración de la Navidad, ya hemos constatado que una de las virtudes que hemos de fomentar durante el Adviento es la esperanza. Pero no de una manera pasiva, como quien espera que pase el tren, sino una esperanza activa, que nos mueve a disponernos poniendo de nuestra parte todo lo que sea necesario para que Jesús pueda nacer de nuevo en nuestros corazones.

Pero hemos de tratar de no conformarnos sólo con lo que nosotros esperamos, sino —sobre todo— ir a descubrir qué es lo que Dios espera de nosotros. Como los doce, también nosotros estamos llamados a seguir sus caminos. Ojalá que hoy escuchemos la voz del Señor que —por medio del profeta Isaías— nos dice: «El camino es éste, síguelo» (Is 30,21, de la primera lectura de hoy). Siguiendo cada uno su camino, Dios espera de todos que con nuestra vida anunciemos «que el Reino de Dios está cerca» (Mt 10,7).

El Evangelio de hoy nos narra cómo, ante aquella multitud de gente, Jesús tuvo compasión y les dijo: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt 9,37-38). Él ha querido confiar en nosotros y quiere que en las muy diversas circunstancias respondamos a la vocación de convertirnos en apóstoles de nuestro mundo. La misión para la que Dios Padre ha enviado a su Hijo al mundo requiere de nosotros que seamos sus continuadores. En nuestros días también encontramos una multitud desorientada y desesperanzada, que tiene sed de la Buena Nueva de la Salvación que Cristo nos ha traído, de la que nosotros somos sus mensajeros. Es una misión confiada a todos. Conocedores de nuestras flaquezas y handicaps, apoyémonos en la oración constante y estemos contentos de llegar a ser así colaboradores del plan redentor que Cristo nos ha revelado.

Tomado de http://webcatolicodejavier.org/evangeliodeldia.html

💬 Oración:

Señor Jesús, que nuestro estar atentos, vigilantes y preparados a tu venida no sea una espera pasiva, sino una donde estemos contruyendo tu Reino en medio de este mundo.
Tu sabes Señor que esta tarea es difícil, tu sabes Señor que se necesitan muchos obreros y por eso mandanos a nosotros donde más se necesite y llama a más obreros a tu miés para que juntos podamos establecer tu Reino mientras te esperamos.
Danos un corazón de pastores que nos permita ser sensibles a las necesidades de las personas y salir a su encuentro para ayudarles.

👂🏻Contemplación:

Al ver a la muchedumbre, se compadecía de ellas, porque eran como «ovejas que no tienen pastor».

«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; oren al Señor de la mies para que mande trabajadores»

«Vayan a las ovejas descarriadas»

🚧Acción:

Sencibilizarme de las necesidades del prójimo

Orar a Dios para que envíe obreros a su mies.

E ir a buscar una oveja descarriada de mi parroquia.

Espero disfruten el día viviendo la lectio divina…

Un abrazo desde CR… 🙌🏼😊🇨🇷

Acerca de Marvin Jesús Acuña Acevedo

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