Lectio Divina por Marlon Vaca de 🇪🇨
0 – Invocación al Espíritu Santo
Precioso Espíritu Santo, hoy te necesito, hoy deseo con mi corazón ferviente que vengas, topes mis oídos y los abras que hoy deseo escuchar tu voz. Topa mi mente que hoy quiero aprender de ti. Topa mi corazón que hoy quiero hacer viva tu Palabra en mi vida. Solo contigo este momento es especial, por ello te lo ruego, hoy te necesito. Ven precioso, ven.
Amén.
1 – Lectura
Evangelio según san Mateo 5, 38-42
Sobre la venganza
Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente.” Pero yo les digo: No resistas al que te haga algún mal; al contrario, si alguien te pega en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. Si alguien te demanda y te quiere quitar la camisa, déjale que se lleve también tu capa. Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos. A cualquiera que te pida algo, dáselo; y no le vuelvas la espalda al que te pida prestado.
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
El texto empieza introduciendo lo que era la Ley de talión, entendamos que esta ley fue introducida para reclamar justicia sobre ciertos actos y tratar de eliminar la ola de venganza que existía. Pero que, aunque fue efectiva en su momento, no fue el camino correcto, pues en aquel tiempo (y este tiempo) esta ley fue utilizada para aprovecharse y tomar venganza sobre el infractor. Era la ley que estaba vigente, la ley que era constantemente usada, extendida, aprovechada y violentada a gusto de quien la reclamaba. Y es en base a esta ley que Jesús da una muy profunda enseñanza en cuatro partes de como acabar con el odio.
Primera parte, “cuando alguien nos hiere”, v39. Jesús exclamaba diciendo, “no resistas al que te haga mal”, es decir, no vengues al que te haga mal, no respondas con odio. El dar una cachetada en tu mejilla derecha era una ofensa muy grave, pues se usaba la mano izquierda, la que supuestamente usaba el infractor para limpiar la suciedad de su cuerpo luego del baño. Al recibir un golpe, el cuerpo humano realiza una inyección de adrenalina, impulsa un sentimiento de respuesta inmediato, y genera impulsos internos. Este conjunto de emociones, hormonas y contexto pueden sacar de juicio a una persona, la cual buscará corresponder de la misma o peor manera. Entonces, mostrar la otra mejilla, significaría detener el impulso carnal del cuerpo, aplicar la sabiduría, levantar la mirada, y mostrar con la otra mejilla que el daño físico no puede romper la voluntad del hijo de Dios. Esto no significaba rendirnos a las injusticias del mundo, no en absoluto, esto significa luchar contra las injusticias del mundo, pero usando las herramientas que nos da Dios. El amor.
Segunda parte “cuando alguien nos busca pleito”, v40. Instinto natural sería reclamar y pelear por lo que se puede considerar según el punto de vista personal como “justo”, pero al momento del conflicto, ¿por qué la necesidad de ganarle a mi hermano?, Jesús usa el recurso literario de la exageración para ilustrar que la situación se debe resolver abandonando el odio, el deseo propio y el beneficio personal. Entre buscar venganza y buscar justicia, existe una línea muy delgada, Jesús pide ir más allá. Tomar el conflicto como ejercicio de amor.
Tercera parte “cuando se nos impone una carga”, v41. En la ley en ese tiempo, un soldado romano podía imponer el llevar una carga a un ciudadano por 1000 pasos, o una milla. Sería de imaginarse lo injusto que puede ser vivir en un apuro y que de la nada se nos imponga una carga por parte de alguien que incluso esta en situación de ocupación, cuantos sentimientos pueden generar aquella situación, resentimiento, ira, enojo, entre otros. Y ante esto Jesús decía que caminemos un poco más con la carga, esto es acaso ¿dejarnos aprovechar de otros?, pues no, el dar más de lo solicitado se refería a responder con sabiduría a una carga, aprovecharla, tomarla y aprender de ella, podemos responder a una carga, con frustración y terminar llenos de ira o podemos tomar la cruz abrazarla y terminar llenos de sabiduría y amor.
Cuarta parte “cuando nos piden ayuda”, v42. Cualquiera podía dar y ayudar cuando le sobra, cuando quiere, pero que pasa cuando alguien lo solicita, ¿cómo es en esa peculiar situación?, en la que no sale de uno la búsqueda de ayudar, sino que es solicitada. Y más aún cuando es en un mal momento. Jesús nos quiere enseñar algo muy importante, no importa que difícil sea la situación que vivamos, siempre tendremos algo que aportar, siempre tendremos una oportunidad de ayudar.
2 – Meditación. ¿Qué me dice a mí el texto?
Para meditar este texto, formulemos algunas preguntas para nuestro corazón.
En un mundo donde abunda la escalada de violencia, odio y venganza, ¿soy capaz de controlar mis instintos, para dejarme conducir por el amor de Dios? ¿Puedo responder al odio con amor para poder detenerlo?
En un mundo donde cada uno hala para su lado. ¿Puedo ir más allá y renunciar a la venganza y beneficio personal para resolver un conflicto usando la sabiduría y amor de Dios?
En un mundo lleno de sorpresas, injusticias y situaciones que no están en nuestro control, ¿abrazo con amor mi cruz para aprender y buscar la sabiduría o me reniego de ella y me lleno de resentimiento e ira?
En un mundo donde impera el egoísmo y la gente ha olvidado que somos hermanos. ¿Puedo yo recurrir a la generosidad de corazón?
3 – Oración ¿Qué le respondo yo a Dios?
Señor, en este momento mi Señor, te necesito, necesito que me ayudes a discernir mi vida, quiero me enseñes a amar, quiero ser portador de tu luz en un mundo de oscuridad, quiero que me uses para sembrar amor donde reina el odio. Por favor Espíritu Santo, guíame, condúceme y no permitas que elija al mundo antes que a ti. Solo contigo puedo hacerlo, no me sueltes precioso Espíritu Santo. Amén.
4 – Contemplación
Contemplemos en intimidad de nuestro ser, en nuestro lugar secreto donde solo Dios nos conoce.
“No resistas al que te haga algún mal.”
5 – Acción
Cada día es una enseñanza, y cada día tenemos la oportunidad de poder ejercitar el amor que Dios sembró en nuestro corazón, reconozcamos en nuestro día, las situaciones de injusticias, y meditemos de qué manera por medio del amor podemos disolverlas.