Lectio Divina por Carmen Delia Urrutia de Nicaragua
INVOCACIÓN
¡Oh Dios!, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas; y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda y que tu Santo Espíritu nos ilumine en cada situación de nuestras vidas. Por nuestro Señor.
1) Lectura.
Del santo Evangelio según Mateo 5,27-32
«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna.
«También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto en caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
2)Meditación.
• En el Evangelio de ayer Jesús hizo una relectura del mandamiento “No matarás”(Mt 5,20-26). En el evangelio de hoy, hace una relectura del mandamiento“No cometer adulterio”. Jesús relee la ley a partir de la intención que Dios tenía al proclamarla, en el Monte Sinaí, siglos atrás. Lo que importa es el espíritu de la Ley, no encerrarse en la letra. Retoma y defiende los grandes valores de la vida humana que están por detrás de cada uno de los Diez Mandamientos. Insiste en el amor, en la fidelidad, en la misericordia, en la justicia y en la verdad, en la humanidad.
• En el Evangelio de hoy, Jesús mira de cerca la relación mujer y hombre, en el matrimonio, la base fundamental de la convivencia en familia. Había un mandamiento que decía: “No cometer adulterio, y otro que decía: “El que repudie a su mujer que le dé acta de divorcio ”. Jesús retoma los dos y les da un nuevo sentido.
El objetivo del mandamiento es la fidelidad mutua entre el hombre y la mujer que asumirían vivir juntos como casados. Y esta fidelidad sólo será completa, si los dos saben mantener la fidelidad mutua hasta en el pensamiento y en el deseo y si saben llegar a una total trasparencia entre sí.
3) Oración
Señor Dios mío, después de este rato de oración, te quiero agradecer tus sueños, tus proyectos, tu imaginación, tu creatividad y hasta tu fantasía con relación a nosotros, los hombres y mujeres de este mundo. No lo pudiste hacer mejor. Pero nosotros, no lo hemos podido hacer peor. Menos mal que no te cansaste de nosotros y nos enviaste a tu Hijo Jesucristo, para levantar lo caído; para restaurar lo arruinado; para renovar lo envejecido. Amén
4)Contemplación.
• ¿Logras vivir la total fidelidad a tu pareja y a Cristo ?
• ¿Cómo entender la exigencia “ser perfecto como el Padre celestial es perfecto ?
5) Acción. Cada uno de nosotros hemos sido objeto de un sueño eterno de Dios. ¿Seré capaz de responder hoy a ese sueño?