Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 26, 14-25

Lectio Divina por Tamara Ruíz de Nicaragua

  1. Invocación

Ven Espíritu Santo, aquí estoy con todo mi pasado dentro de mí, para pedirte la paz.

Mira Señor que las cosas que he vivido están lastimándome por dentro.

Mira esas angustias y dolores que aparecen a causa de ese pasado que no me deja ser feliz.

Ven, Espíritu Santo, a invadir todo mi pasado para transfigurar lo y renovarlo. Pasa por todo mi ser iluminando, sanando y liberando.

Toca todos mis recuerdos y cura todo el dolor y la inquietud que producen en mi existencia.

Pasa, Espíritu de amor, y sáname por todos los momentos tristes y dolorosos, por aquellos días en que no me sentía amado y fui despreciado, maltratado, lastimado utilizado, calumniado, olvidado, ignorado. Cura mis recuerdos.

Pasa con tu amor y restaura todo lo que se ha dañado en mi corazón. Cura mi interior en mi cuerpo por todas las malas experiencias que viví. Deja sólo tu inmensa paz y tu ternura.

Como si fuera una herida que se cierra y desaparece, así se sana todo mi ser de esos recuerdos. Y aquello que me hizo sufrir ya no existe. Pasa Espíritu Santo, alivia, cicatriza, restaura. Amén

 

  1. Lectura.

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. (San Mateo 26, 14-25) En aquel tiempo uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: ¿Cuánto me dan si les entregó a Jesús?.

Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregárselo.

El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?. Él respondió: «Vayan a la ciudad, a casa de fulano y díganle: «El Maestro dice: mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa». Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de Pascua.

Al atardecer, se sentó a la mesa con los doce y mientras cenaban les dijo: «yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme». Ellos se pusieron muy tristes y comenzaron a preguntarle uno por uno: ¿Acaso soy yo, Señor?.

El respondió: «El que moja su pan en el mismo plato que yo, ese va a entregarme. Porque el hijo del hombre va a morir, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel porque en el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le valiera a ese hombre no haber nacido». Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Acaso soy yo, Maestro?». Jesús le respondió: «Tú lo has dicho». Palabra del Señor.

 

Lectura:

«El Maestro dice: mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa». Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de de Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con los doce y mientras cenaban les dijo: «yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme».

 

  1. Meditación.

En el evangelio de hoy San Mateo abordados aspectos muy interesantes:

  1. a) La preparación de Pascua.
  2. b) Señala la traición de Judas
  3. c) La institución de la Eucaristía.

Con respecto a la celebración de la Pascua, es importante señalar que Jesús no tenía casa en Jerusalén, la cantidad de peregrinos se triplicaba en esas fechas por lo tanto era difícil encontrar un lugar para celebrar la Pascua, el evangelio nos señala detalles sobre la persona que facilita la sala para la celebración de la Pascua de Jesús con sus discípulos, lo que nos hace preguntarnos si nosotros también ¿hemos sido ese desconocido al servicio del Señor y de nuestros hermanos? O ¿Sí brindamos nuestro servicio esperando reconocimiento?

Al abordar el aspecto sobre la traición de Judas es importante ver que aunque Judas está haciendo las cosas en secreto, trata de confraternizar con los discípulos. Estando reunidos Jesús anuncia quién es el traidor, al enfatizar: «el que moja su pan en el mismo plato que yo, ese va a entregarme». Para los judíos la comunión en la mesa, colocar juntos la mano en el mismo plato, era la máxima expresión de intimidad, amistad y de confianza. esto nos invita a preguntarnos ¿cuántas veces nosotros hemos actuado como Judas con nuestros hermanos?, ¿Cuántas veces hemos sido como Cristo traicionados por nuestros amigos?, Pero sobre todo nos invita a preguntarnos si hemos seguido el ejemplo de Cristo, que pese al dolor acoge la traición con amor.

Por último con respecto a la institución de la eucaristía, que se traduce en como la gratitud del amor de Jesús supera la traición la negación y la huida de los amigos, porque el amor de Jesús no depende de lo que los demás hacen por el. Nos invita a darle gracias al Señor por regalarnos la muestra más grande de su amor mediante la eucaristía a la cual podemos recurrir siempre.

 

  1. Oración. ¿Qué le decimos al Señor?

Gracias Señor por manifestarte en la sagrada eucaristía dónde nos regalas tu cuerpo y tu sangre preciosa, como un regalo de amor y de entrega la humanidad. Gracias por tu inmenso amor y tu fidelidad a pesar que somos nosotros quiénes te negamos como Pedro,  rompemos nuestra relación contigo como Judas y huimos por temor como tus discípulos. Gracias por tu amor qué es mayor a nuestra infidelidad hacia ti. Amén

 

  1. Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

«Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme».

 

  1. Acción.

¿A qué me comprometo con Dios?

Me comprometo a vivir la   Semana Santa meditando sobre cómo Jesús acoge la traición con amor y pese a mis infidelidades hacia él me sigue dando su amor en la Sagrada Eucaristía.

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