Lectio Divina por Mario Vázquez de Guatemala
Muy buenos días a todos! En esta primera semana de Cuaresma, reflexionamos con Lectio Divina.
Invocación al Espíritu Santo
¡Oh Espíritu Santo!, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime que debo hacer, ordéname.
Concédeme someterme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,31-46):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con Él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el Rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».
Palabra del Señor
Meditación
La sentencia para los que están a la derecha del Juez. Los que están a su derecha son llamados “¡Benditos de mi Padre!”, ellos son convidados a tomar posesión del Reino, preparado para ellos desde la fundación del mundo. El motivo de la sentencia es éste: «Tuve hambre y sed, era extranjero, estaba desnudo, enfermo y preso, y ustedes me acogieron y ayudaron”. Esta frase nos hace saber quiénes son las ovejas. Son las personas que acogieron al Juez cuando éste estaba hambriento, sediento, extranjero, desnudo, enfermo y peso. Y por el modo de hablar «mi Padre» e «Hijo del Hombre», sabemos que el Juez es Jesús mismo. ¡El se identifica con los pequeños!
Nos preguntamos :
¿Estamos verdaderamente amando como Jesús ama?
¿Somos conscientes que nuestra tarea en este mundo es obrar bien y amar a nuestro prójimo?
¿Estamos solamente trabajando para Dios para un pase al cielo o estamos trabajando por convencimiento real del amor que Él nos da?
Oración
Señor Jesús queremos ser tus fieles discípulos, queremos ver en los demás tu vivo rostro, no queremos señor solo hacer buenas obras para que los demás nos vean, al contrario queremos hacerlo porque tu estas en cada necesitado.
Queremos ver tu rostro, gracias por morir por nosotros y darnos el gran ejemplo de amor. Amén!
Contemplación
Reflexionemos en esta frase del evangelio ;
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».
Acción:
Te invito hoy a tomar acción en este Evangelio, en esta primera semana de cuaresma, hacer una obra de misericordia, dar alimento al hambriento, abrigo al que padece frío, etc; tú puedes decidir qué acción buena al prójimo.