Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 20, 1-16a

Lectio Divina por Marlon Vaca de Ecuador

Buenos días, les invito a disponer de un tiempito para la Lectio Divina del día de hoy 23 de agosto de 2017.

Invocación.

Empecemos adorando e invocando a nuestro Dios. Les comparto esta canción que suelo usar en mi lugar secreto.

Evangelio según San Mateo 20, 1-16a
»Sucede con el reino de los cielos como con el dueño de una finca, que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viñedo. Se arregló con ellos para pagarles el salario de un día, y los mandó a trabajar a su viñedo. Volvió a salir como a las nueve de la mañana, y vio a otros que estaban en la plaza desocupados. Les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo, y les daré lo que sea justo.” Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo a eso del mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza, y encontró en ella a otros que estaban desocupados. Les preguntó: “¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?” Le contestaron: “Porque nadie nos ha contratado.” Entonces les dijo: “Vayan también ustedes a trabajar a mi viñedo.”
»Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: “Llama a los trabajadores, y págales comenzando por los últimos que entraron y terminando por los que entraron primero.” Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Después, cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que iban a recibir más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño, diciendo: “Éstos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día.” Pero el dueño contestó a uno de ellos: “Amigo, no te estoy haciendo ninguna injusticia. ¿Acaso no te arreglaste conmigo por el salario de un día? Pues toma tu paga y vete. Si yo quiero darle a éste que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti, es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O es que te da envidia que yo sea bondadoso?”
»De modo que los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos.
Lectura ¿Qué dice el texto?
“¿Por qué están ustedes aquí todo el día sin trabajar?”
“Éstos, que llegaron al final, trabajaron solamente una hora, y usted les ha pagado igual que a nosotros, que hemos aguantado el trabajo y el calor de todo el día.”
Yo quiero darle a éste que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti
En base a este texto. Tal vez no se nos hace conocido esta palabra en nuestra vida.

Meditación ¿Qué me dice el texto?

Bendito Dios por las personas que le dicen si al Señor a corta edad. Bendito Dios por las personas que le dicen si al Señor a avanzada edad. ¡Bendito Dios por cada alma que se convierte a él!. Dios nos ama a todos. Él nos ama con infinito amor imposible de medir de uno en uno. Su amor es tan grande que nosotros en nuestra inocente humanidad, a veces, nos atrevemos a compararlo. Pensamos que si ya estamos en el camino debemos exigir bendiciones, y antes que alegrarnos, nos da envidia cuando un hermano es bendecido y nosotros no. Que ingenuos los humanos al fijarse en cosas tan pequeñas y no ver que cada día somos bendecidos, a cada momento se nos permite tener contacto con el creador del universo y él cada momento nos muestra pruebas de que tiene nuestra mano. Ahora es tiempo de trabajar en el viñedo. La meta está en frente de nosotros. Queremos deleitarnos en su presencia. Sabemos lo hermoso que es sentirlo en el corazón, que su fuego nos mueva, ¡A compartir esta alegría!. Y Dios gracias, infinitas gracias por elegirme y encender ese fuego en mí. Pero voy a trabajar. Vamos juntos y trabajemos así mismo, para que sean más y más los que lleguen a este viñedo. Compartamos con todos la dicha de vivir con Dios y no descansemos ni un momento de trabajar para conquistar almas para él. En nuestros trabajos, en nuestros estudios, con nuestros amigos y nuestras familias. Dejemos de juzgar nuestro alrededor y busquemos trabajar.
Meditemos personalmente, cuantos seres queridos y conocidos se están perdiendo esto tan hermoso que es seguir al Señor, y busquemos que podemos hacer.
Oración.

Señor bendito, aún recuerdo el día que me llamaste por mi nombre. El dia que viste mi corazón y lo tomaste en tus manos. Aún recuerdo como se encendió el fuego. Aún recuerdo mi promesa de seguirte. Dios Padre eterno aviva en mí ese calor. Enciéndeme. Quiero ser braza, quiero ser un incendio de tu vida. Quiero que tu fuego toque a todos a mi alrededor. Permíteme ser recipiente de unción, sé muy bien que no lo merezco, pero tengo sed, tengo sed de servirte, tengo sed de hablar de ti, tengo sed de que todos te conozcan. Y solo puedo hacerlo si tú estás conmigo. Úsame, úsame, aquí estoy ¡Por favor úsame!. Quiero ser tu herramienta de bendición. Te amo. Te amo. Te amo.

Contemplación

“Yo quiero darle a éste que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti”
¿De verdad voy a dejar que la envidie me llene? ¿Puedo buscar que todo mi alrededor conozca de ti, mi Dios? ¿Puedo ser una verdadera herramienta de salvación?
Acción ¿A qué me comprometo?
Me comprometo a que cada día voy a darte la gloria. No necesariamente hablando de ti, sino trabajando justamente, viviendo con amor, compartiendo con mi familia. Amando a mis amigos y enemigos. A servirte de verdad en toda, toda mi vida.
Un abrazo grande y bendiciones desde el centro del mundo, Quito, Ecuador

Acerca de Marlon Vaca

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