Lectio Divina
Queridos hermanos soy Eduardo Pineda desde Guatemala ✍🏻🇬🇹, y tengo el honor de compartir con ustedes la Lectio Divina de hoy martes 20 de agosto 2024 Martes XX Semana Tiempo Ordinario
0. Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo, te pido me llenes de tus siete dones, para que pueda recibir tu palabra y actuar conforme tu me lo indiques. Espero y te amo sobre todas las cosas. Enciende en mi corazón el amor al Padre que está en el cielo y la alegría de ser cristiano. Dame el fuego de tu Santo Espíritu, que ilumine mi mente para que la Palabra haga nido en mi corazón y me permita ser buen cristonauta para bien de la humanidad.
1. LECTURA, Del Evangelio según San Mateo 19, 23-30
23 Jesús entonces dijo a los discípulos: “Ciertamente les digo que es muy difícil para un rico entrar en el Reino de los Cielos. 24 Pero también les digo que es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el Reino de Dios”.
25 Cuando oyeron esto, los discípulos se asombraron y decían: “Entonces, ¿quién puede salvarse?”
26 Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: “Para los seres humanos esto no es posible, pero para Dios, todo es posible”.
27 Entonces Pedro respondiéndole, le dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todo para seguirte. ¿Qué vamos a ganar con eso?”
28 Jesús les dijo: “Ciertamente les digo que cuando llegue el momento en que Dios renovará todo y el Hijo del Hombre se sentará en su glorioso trono, ustedes que me han seguido, también se sentarán en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. 29 Y todo el que por causa mía, haya abandonado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras recibirá cien veces más y también heredará la vida eterna. 30 Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”.
+ Palabra de Dios
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
Que dice el texto:
1. Advertencia sobre las riquezas: Jesús utiliza la hipérbole del camello y el ojo de una aguja (espacio muy pequeño que existía en la entrada de Jerusalén) para ilustrar la dificultad que enfrentan aquellos que confían en las riquezas para entrar en el reino de Dios.
2. Hacerse «pequeño» y confiar en Dios: La enseñanza de Jesús sugiere que, para seguirle, uno debe adoptar una actitud de humildad y desprendimiento; se necesita una confianza y dependencia total en Dios para superar este desafío.
3. La pregunta de Pedro y la respuesta de Jesús: Pedro, al ver el sacrificio de los Doce al seguir a Jesús, pregunta qué recibirán ellos. Jesús responde en dos partes:
o Primera respuesta: Los Doce se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Esto refleja una recompensa y un rol especial en el reino venidero, (Cf, Daniel 7,9)
o Segunda respuesta: Aquellos que han dejado todo para seguir a Jesús recibirán una recompensa mucho mayor, que es la vida eterna.
En conjunto, el mensaje es que el sacrificio personal y el desprendimiento de bienes materiales no quedan sin recompensa.
2. MEDITACIÓN ¿Qué me dice a mí el texto?
Te invito a reflexionar en estas preguntas:
• ¿Qué papel juegan las riquezas en mis decisiones diarias y en mi seguridad personal?
• ¿Hay aspectos en los que me aferro demasiado a lo material, en lugar de confiar en Dios?
• ¿Qué barreras materiales o actitudes pueden estar impidiendo mi relación más profunda con Dios?
• ¿Cómo puedo aumentar mi fe en el poder de Dios para transformar situaciones que parecen insuperables?
3. ORACIÓN, ¿Qué le respondo yo al Señor?
Señor Jesús, te agradezco por tu enseñanza profunda sobre el valor del desprendimiento y la verdadera riqueza en tu reino. Ayúdame a no aferrarme a las riquezas terrenales ni a las comodidades, sino a confiar en tu poder y promesa. Dame la gracia de seguirte con un corazón libre de ataduras materiales y de vivir en la expectativa de tu recompensa eterna. Que pueda poner mi fe en ti y en tu voluntad, sabiendo que para ti nada es imposible. Amén.
4. CONTEMPLACIÓN, ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Contempla cómo tu vida puede reflejar los valores del reino de Dios. Considera cómo puedes soltar las ataduras de las riquezas y las preocupaciones materiales para enfocarte más plenamente en la misión y promesas de Jesús.
5. ACCIÓN, ¿Cómo la Palabra la hago vida?
Piensa en cómo puedes vivir como uno de los «últimos» en este mundo, mientras esperas la recompensa eterna prometida. Permite que esta visión de la vida eterna influencie tu comportamiento y decisiones diarias.