Lectio Divina por Adrián García de República Dominicana
Martes XVIII Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo a entrar en mi vida, a llenarme y habitar en mi alma y mi corazón, transforma mi mente poder recibir dentro de mi a Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne.
Tú, Espíritu Santo, ayúdame a comprender, meditar y aplicar la Palabra de Dios; y que así como lo haces conmigo, otros puedan llenarse y regocijarse con la Buena Nueva.
Amén
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 14, 22-36
Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»
Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.»
Él le dijo: «Ven.»
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.»
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?»
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios.»
Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas lo reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto, y cuantos la tocaron quedaron curados.
Palabra del Señor.
Lectura: ¿Qué me dice el texto?
En este Evangelio podemos ver que los discípulos de Jesús eran obedientes, y hacían lo que Él les pedía, pero aún así, se llenaban de miedo, y en ciertas ocasiones, como en esta, dudaban de Él, y flaqueaba su fe. En este pasaje de la vida de Jesús, les demuestra, con Pedro como ejemplo, que confiando en Él, y teniendo Fe, hasta caminar por el agua es posible. Pero Pedro, aún lográndolo, tuvo miedo y dudó, por lo que empezó a hundirse, y tuvo que pedir socorro al Señor. Jesús, como siempre, no defrauda a ninguno, y sale a su encuentro, lo sostiene y lo salva.
Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
En este texto los discípulos nos demuestran una vez más, que si seguimos los lineamientos y las peticiones que nos hace el Señor, no nos irá mal, no hay por que dudar ni tener miedo. Pero también, Dios nos demuestra que siempre que fallamos en nuestro camino, en nuestro llamado, y aclamamos a Él, Él sale a nuestro encuentro y no nos deja caer, nos sostiene y nos anima a seguir adelante a su lado.
Es por esto que Dios nos pide que tengamos siempre activa la Fe en Él, que confiemos en lo que nos pide, y que nos atrevamos a dar el paso, que todo saldrá bien teniéndolo a Él al frente de todo y como objetivo final.
Está lectura nos deja algunas interrogantes:
¿Me atrevo yo a dar el paso cuando Jesús me llama?
¿Por qué tengo miedo de hacer lo que el Señor me pide?
¿Cuando actúo, tengo a Jesús como meta?
Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor, gracias por demostrarme que puedo confiar plenamente en acercarme a ti, en seguir tu camino y responder tu llamado. Gracias por enseñarme que el resultado de seguirte siempre será bueno, y que no hay razón para dudarlo ni razón de que resulte mal.
Hoy te pido Señor, que me ayudes a aumentar mi Fe, y que me prepares para seguir tu camino y tu llamado confiando en que siempre estarás ahí para socorrerme.
Amén
Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Me quedo pensando repetidamente en la frase «¿Por qué has dudado?».
Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
- Confiar cuando Él me llama.
- Responder sin dudar y caminar siempre teniendo a Jesús como meta.