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Lectio Divina por María Guadalupe Rodríguez García de México
Paso 0 Invocación al Espíritu Santo
Ven espíritu Santo y de tu amor enciende la llama. (Canto de Taize “Tui amoris ignem”
Veni Sancte Spiritus, tui amoris ignem accende.
Paso 1 Lectura: Evangelio según San Mateo 13,47-53.
Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?». «Sí», le respondieron. Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo». Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
En éste parábola Jesús se dirige a sus discípulos después de haberles explicado la parábola de la cizaña y otras parábolas para ampliar su explicación sobre el reino de los cielos. Aquí Jesús sabe que entenderán sus discípulos ya que algunos de ellos fueros pescadores, por lo tanto les habla de una forma en la que ellos entiendan. Previamente les ha indicado con parábolas la importancia de invertir toda nuestra vida y trabajo en el Reino de los Cielos. Todos los peces, son las personas todas invitadas a entrar a ese Reino, sin embargo sólo las que hayan vivido de acuerdo a los mandatos del Señor podrán entrar en su reino. Los peces malos, es decir aquellos que rechazaron la voluntad de Dios quedarán fuera del Reino.
Paso 2 Meditación ¿Qué me dice a mí el texto?
Las palabras de Jesús al hablar de la condena de los peces malos, parecen muy duras, sin embargo debemos entender que Cristo se dirige con toda claridad a sus discípulos para invitarlos a no claudicar y a darlo todo por el Reino de los Cielos, a ellos les tesoro el cual no deben guardar para sí mismos sino que tienen que sacarlo y presentarlo al mundo como les indica unos versículos más delante de este evangelio. Sus palabras son firmes porque sabe que nuestro corazón a veces necesita una llamada de atención, tiene que ser firme en el estándar para llegar a su reino porque sabe que son muchas las debilidades y tentaciones de nuestro corazón que tiende a conformarse con lo poco, a buscar el esfuerzo mínimo. Todos deben estar incluidos en el anuncio del reino, todas las personas deben estar incluidas en nuestra red de pesca para comunicar el evangelio, para que todos puedan elegir la salvación que Cristo ofrece.
¿Si fuera un pescado en la red sería un pez bueno o uno malo?
¿Cuáles son esas debilidades y tentaciones que me impiden vivir en amistad con Dios?
¿Estoy incluyendo a todos a mí alrededor en el anuncio del reino? ¿Quién me hace falta?¿Qué personas estoy dejando fuera?
Paso 3 Oración ¿Qué le respondo a Dios?
Señor muéstrame mis omisiones, ponme frente a los que necesiten de tus palabras, a aquellos que necesiten ser rescatados. Enséñame a ser un pescador firme en el anuncio de tu amor y bondad. Dame tu gracia para afrontar mis limitaciones y debilidades, sé mi fortalece para mantenerme en la senda angosta que me dirija a tu reino, que sea firme ante las tentaciones. Señor te pido ayuda para entrar en tu reino y tender la mano para que más personas puedan encontrarse contigo.
Paso 4 Contemplación
Encuentro cara a cara con Dios. Repite aquella frase que se haya quedado en tu interior “Déjame entrar en tu reino”
Paso 5 Acción
Encuentra a una persona de los que conozcas y busca de qué manera puedes invitarla a conocer Cristo.
Muchas gracias Guadalupe por tus palabras alentadoras para invitar a todos a seguir a Jesús. Que nuestro Señor te bendiga para seguir anunciando su Palabra