Lectio Divina por Pablo Usquiano de Perú
Lunes XV Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
🕊️ INVOCACION AL ESPIRITU SANTO:
Espíritu Santo, ilumina nuestra mente para que sintamos tu presencia a través de tu Palabra y recibamos esta meditación con una actitud abierta y dócil. Abre nuestro corazón para que entendamos tu voluntad y tu mensaje en tu Palabra y podamos ponerla en práctica. Amén.
📖 LECTURA BÍBLICA: San Mateo 10, 34-42. 11,1
(XV Semana Tiempo Ordinario Ciclo B)
“No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino discordia. Porque he venido a separar al hijo de su padre, a la hija de su madre, a la nuera de su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su casa. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo; y os aseguro que quien dé un vaso de agua a uno de estos pequeños por ser discípulo mío no se quedará sin recompensa. Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue a enseñar y a proclamar el mensaje en los pueblos de la región.”
😇 Palabra del Señor
📕 📣 LECTURA ¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Jesús continúa dando instrucciones a sus discípulos sobre su misión y su recompensa. Es el Sermón de la Misión que les ilumina sobre cómo poder realizar la misión de discípulos y misioneros de Jesucristo. Jesús habla que no ha traído la paz sino discordia y esto no significa que Jesús estuviera a favor de la división, es que, en esos tiempos, el anuncio de la verdad que mostraba a Jesús como el Mesías fue motivo de divisiones. Nos invita también a vivir su mensaje que no es fácil, a coger nuestra cruz y seguirle, así también nos aconseja a encontrar la dicha y la felicidad en Dios.
🕯️📗 MEDITACIÓN: ¿QUÉ ME DICE DIOS CON EL TEXTO?
En el evangelio de hoy, Jesús instruye a sus discípulos sobre su misión y su recompensa, es un Sermón sobre la Misión que nos enseña cómo poder realizar la misión de discípulos y misioneros. Lo primero que nos llama la atención es que Jesús nos dice que no ha traído la paz sino discordia, siendo Él mismo el príncipe de paz, y es que esto no significa que Jesús estuviera a favor de la discordia o la división. Es que, en aquellos tiempos, el anuncio de la verdad que mostraba a Jesús como el Mesías se convirtió en motivo de divisiones en su pueblo, incluso dentro de las familias o comunidades. Por eso, sigue diciendo que ha venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos ahora son los de su misma casa. Luego dice que quien ama a su padre y a su madre más que a mí, no es digno de mí, aquí nos invita a poner esta Buena Nueva de Dios como el valor supremo de nuestra vida sobre cualquier otro valor y a no encerrarnos dentro de nuestras familias, sino más bien a llevarla más allá de ésta, en el compartir, en la hospitalidad, y en la acogida a los necesitados, que seamos una comunidad fraterna.
Luego, Jesús nos invita a tomar nuestra cruz y seguirle; de lo contrario no seremos dignos de Él, y también nos enseña que el que conserve su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la conservará. Aquí nos enseña que vivir como Él no es fácil, y entendemos que aquel que quiera ser feliz, el que busca su felicidad a costa de todo, éste la va a perder, pero el que pierda su felicidad por Jesús, ese la va a encontrar porque la felicidad no es algo que tú buscas directamente, más bien la felicidad es una recompensa que tú recibes cuando haces lo correcto, también nos enseña que, al cargar su cruz, vamos a tener dificultades y adversidades. Todo esto supone romper radicalmente con el mundo que a veces vive desconectado de Dios, además nos da otro consejo exigente de tener el valor de dar la vida, porque para poder sentirnos realizados en la vida debemos ser capaces de darnos enteramente a los demás, tenemos el ejemplo de tantos santos en la historia de nuestra Iglesia, santos que no buscaban los placeres ni la fama, sino buscaban ayudar a sus demás hermanos. Su felicidad, su riqueza estaba en el amor de Cristo, fueron capaces de ir en búsqueda de amar a Dios y la felicidad la encontraron en Dios, porque dando es que se recibe.
Después identifica al discípulo con Jesús, con Dios mismo, cuando nos dice que el que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El discípulo de Jesús, al darse completamente, se encuentra con Dios y éste permitirá que encuentre a Dios aquel sediento que lo está buscando.
Finalmente, Jesús nos habla sobre las recompensas del profeta, del justo y así como, del sencillo y pequeño discípulo, cuando dice: “El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo; y os aseguro que quien dé un vaso de agua a uno de estos pequeños por ser discípulo mío no se quedará sin recompensa”.
Aquí Jesús menciona a tres grupos juntos de la comunidad, que al profeta se le reconoce por su misión como enviado y hombre de Dios, al justo se le reconoce por su conducta, por cómo obedece a Dios, por su fe activa en el amor y al discípulo sencillo que no es reconocido por ninguna misión en especial. Nos quiere enseñar que el Reino no está hecho de majestuosidades o grandezas, sino que es más bien como una edificación muy grande construida con pequeños ladrillos que, si despreciamos al ladrillo, no podremos tener esa construcción, por eso, Jesús dice que hasta un vaso de agua servirá como ladrillo para la construcción del Reino.
Lo recibimos sólo por ser discípulo, tal vez se le da un vaso de agua solamente, pero como tiene esa alta dignidad de ser discípulo, Jesús mismo viene con él y, por ende, la recompensa. Por eso, se aprecia mucho la hospitalidad en la Iglesia, no recibamos sólo por cortesía a un hermano o sacerdote cuando venga a nuestra casa, sino con fe, como a Jesús. Estas instrucciones de Jesús tratan de la vocación y del envío del discípulo al mundo, y hoy en día, va más allá de los apóstoles, llega también a los obispos, al Papa, a sus colaboradores, a todos los fieles, porque el que envía siempre es el Señor.
📘🙇 ORACIÓN: ¿QUÉ LE DIGO A DIOS? 🙏🏼
Señor, ayúdame a ver más allá de las palabras que nos das en este texto, pensando lo que había en tu mente y en tu corazón cuando tus discípulos se sorprendieron con estas afirmaciones, quiero mantenerme firme a tus enseñanzas, pero sé que no es fácil seguirte como me pides, cargar mi propia cruz, y me olvido que para ser tu discípulo debo enfocarme en la renuncia, la abnegación, la generosidad, el desinterés, el olvido de mí mismo para favorecer el bien de los demás. Ayúdame a confirmar que hay mayor felicidad en el dar que en el recibir y a seguir creciendo diariamente en las virtudes que engrandecen mi amor hacia Dios y hacia mi prójimo. Amén
🔎📙 CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo el texto?
Repite frecuentemente y vive Su Palabra:
“El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará”.
🚶⛪ ACCIÓN: ¿A QUÉ ME COMPROMETO CON DIOS? 🏃🏻
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar? Pregúntate, ¿Qué estoy haciendo hoy para ser digno seguidor del Señor? Podríamos renunciar a algo que nos guste mucho, para ofrecerlo por alguien que tenga la necesidad de encontrarse con Dios. Oremos por nuestra familia, por nuestro entorno más querido que no nos entienden ni comprenden, para que algún día lleguen a recibir a Cristo en su corazón. Oigamos el llamado de Jesús en estas situaciones que no es al odio ni al rechazo, sino aceptándolas en forma de cruz y cargándola. Amén. Gracias, hermanos Cristonautas, por permitirme compartir la Lectio Divina del día de hoy. Un abrazo. Dios les bendiga.