Lectio Divina por Ramón Jiménez de República Dominicana
Viernes XIV Semana Tiempo Ordinario Ciclo B
0. Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu de santidad, ven Espíritu de luz, ven Espíritu de fuego, ven y abrázanos. Ven Espíritu Santo, don del Padre y del Hijo, llena nuestros corazones, queremos y necesitamos que reavives en nosotros los dones de nuestro Bautismo, danos tu santa unción. Amén.
1. Lectura – ¿Qué dice el texto?
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10,16-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Miren que los mando como ovejas entre lobos; por eso, sean sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero no se fíen de la gente, porque los entregarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas y los harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así darán testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando los arresten, no se preocupen de lo que vayan a decir o de cómo lo dirán: en su momento se les sugerirá lo que tienen que decir; no serán ustedes los que hablen, el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos los odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Porque les aseguro que no terminarán con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor.
2. Meditación – ¿Qué me dice a mí el texto?
La frase los mando como ovejas entre lobos, la comparo con que el mal se viste de ángel de luz, cabe hacer también el ejercicio de discernir sobre los acontecimientos en nuestra vida cotidiana, dando respuestas sabias como cristianos en medio de un mundo cada vez más convulsionado, donde somos bombardeados por antivalores que, alimentan la cultura de la muerte.
El Evangelio de hoy menciona dos veces que todos los perjuicios por vivir el Evangelio y todos los malos ratos serán por su causa, pero, nos da la certeza que el Espíritu de su Padre hablará por nosotros. Recordemos que hay un mandato, o sea un envío de Jesús, independientemente de los obstáculos, recordemos que es Él quien nos manda.
Hay dos virtudes a poner en práctica en esta guerra contra las fuerzas del mal: la sagacidad y la sencillez. Reconocernos hijos de la luz, estar con los ojos abiertos y un corazón palpitante para defendernos con el auxilio del Espíritu Santo, sin olvidar que hay que obrar desde la sencillez.
Recordemos que como ovejas del Señor, por más indefensos que seamos por la debilidad de ser pecadores, Él es nuestro Señor, el Buen Pastor que cuida de cada uno de nosotros.
Hagamos unas preguntas para meditar más profundamente.
¿En medio de quién nos manda el Señor?
¿Cuáles son esas virtudes que nos invita a practicar?
¿Delante de quién es que daremos testimonio y cuál será el mismo?
¿Quiénes en la familia nos pueden dar contradicciones o entregarnos a los tribunales?
3. Oración – ¿Qué le digo al Señor?
Me invitas a ser precavido, discernir mi actuar, solo no puedo. Señor, es necesario recibir tu auxilio, para que en cada paso que de sea tu Espíritu Santo quien ponga palabras sabias en mi mente y corazón. Quiero ser oportuno, deseo serte fiel, dame la gracia de la permanencia delante de ti, no desfallecer ante las adversidades de este mundo que se presenta cada vez más cruel y despiadado, mira que soy una oveja de tu rebaño, eres tú mi pastor y sé que defiendes mi vida de los lobos feroces con tu propia vida. Gracias Señor.
4. Contemplación – ¿Cómo lo interiorizo?
Propongo estas frases para rumiarlas durante mi oración:
“Miren que los mando como ovejas entre lobos.”
“El que persevere hasta el final se salvará.”
5. Acción – ¿Cómo lo llevo a la práctica?
Hacer un compromiso delante del Santísimo Sacramento y de mi comunidad de fe, de renovar mi servicio y permanencia a mi fe católica dentro y fuera de las actividades religiosas.