Lectio Divina por Diego Alexander Najera De Guatemala
Invocación al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra. Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (1, 18-24)
Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió a su esposa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Lectura ¿Qué dice el texto?
Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto. Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: “José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.
Meditación ¿Qué nos dice Dios en el texto?
María y José son maestros de la escucha. Viven abiertos. Se dejan visitar. Mantienen el corazón y la vida con las puertas abiertas. Los ángeles solo nos pueden visitar cuando tenemos el corazón desarmado, cuando estamos disponibles a acoger lo inesperado, a acoger la palabra extraordinaria e inédita de Dios. Incluso en la fragilidad, en lo que nos hace daño, en lo que sabemos y no sabemos, estamos llamados a dejar que la vida pase, que la vida entre en nosotros, que nos hable. Precisamente ahí necesitamos un ver que sea mirar de verdad, un oír que sea un auténtico escuchar, un estar que sea una presencia comprometida. Ser hospitalarios con la vida nos garantiza que la navidad será real.
Oración ¿Qué le decimos a Dios?
Señor, permítenos tener nuestros oídos dispuestos a escuchar la vos de Dios y dejar nos visitar por el permítenos tener un corazón de puertas abiertas danos tener esa disponibilidad necesaria para acoger lo inesperado permítenos ser auténticos a la escucha y ser hospitalarios con la vida.
Amen.
Contemplación ¿Cómo interiorizamos la palabra de Dios?
José, hijo de David, no dudes.
José, hijo de David, no dudes.
José, hijo de David, no dudes.
Acción ¿A que nos comprometemos con Dios?
Realicemos el compromiso de tener la disponibilidad para escuchar la vos de Dios y dejarnos visitar por el permitiéndole entrar en un corazón de puertas abiertas.