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Lectio Divina por Raúl González Osorio de Panamá 🇵🇦
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo,
infunde tu gracia y tu luz para escuchar la Palabra de Dios y hacer tu voluntad todos los días de mi vida.
Amén.
Evangelio según San Marcos 9, 41-50
«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.
«Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar.
Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga; pues todos han de ser salados con fuego. Buena es la sal; más si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros.»
Palabra del Señor.
Lectio ¿qué dice el texto?
Podemos dividir el texto en tres puntos principales
1. La recompensa por el seguimiento de Jesús.
El día de ayer leímos el pasaje de que los discípulos se quejaban ante el Maestro que otro estaba expulsando demonios en su nombre y luego, él les responde que; “quien no está contra nosotros, está a nuestro favor”. Y ahora Jesús sigue en esa misma línea diciéndonos que algo tan humano y sencillo de nuestro diario vivir, un acto pequeño, por alguien de los suyos (nosotros) que queremos estar de su lado, recibirá recompensa.
2. Radicalidad ante el pecado.
• No ser motivo de escándalo ante los pequeños.
• Aunque no hay que tomar al pie de la letra las frases de cortar la mano, etc. lo que nos quiere decir es que el Evangelio no se puede vivir en nosotros a medias tintas; o estamos vivos al Evangelio o muertos en el pecado.
3. Las actitudes para vivir de cara al evangelio: ser sal y estar en paz con los demás.
Meditación. ¿Qué me dice el texto?
•¿Quiénes son los pequeños a los cuáles se refiere el evangelio? •¿Cuáles son los pequeños (excluídos) con los que me encuentro en el día a día?
•¿Soy Iglesia de acogida o motivo de escándalo para que se aparten?
•¿Cómo vivo el Evangelio hoy en mi vida?
•¿Soy una persona de una sola pieza y recta intención, o por lo contrario, hay doblez en mi modo de proceder?
Oración. ¿Qué le digo al Señor?
Gracias Señor por tu Palabra que ilumina mi corazón.
Gracias por tu amor y tu misericordia.
Quiero seguirte, Señor.
Perdona mis caídas, por ser escándalo y piedra de tropiezo en mi familia,
para mis amigos y con los que me relaciono en mi día a día.
No he sido sal ni he llevado la paz, tu paz, en mis hombros, sino a mi mismo.
Infúndeme tu gracia y tu paz para vivir según tu voluntad,
Rescátame y pónme a salvo, y entonces cantaré tu amor y tu ternura, seré la sal y llevaré tu paz siempre conmigo.
Amén.
Contemplación. ¿Cómo lo interiorizo?
“Ustedes tengan sal y estén en paz con los demás” – dice el Señor.
Acción. ¿A qué me comprometo?
A identificar una actitud o situación en mi vida que es o ha sido motivo de escándalo, lo oro ante el Señor y le pido fuerzas para afrontarla con radicalidad.
🙋 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
