Lectio Divina
Por Dayan Hernández de Nicaragua
Invocación al Espíritu Santo 🕊
Ven Espíritu Santo, ven y llena los corazones de tus fieles, enciende en nosotros el fuego de tu amor, Ven Santo Espíritu y todo Será creado, y renovarás la Faz de la tierra.
Espíritu Santo de Dios llena con el poder de tus dones Santos nuestras vidas para que podamos alcanzar las gracias de nuestro Señor Jesucristo. Amén
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-13
En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados.
Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado; escúchenlo». En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de ‘resucitar de entre los muertos’.
Le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?» Él les contestó: «Si fuera cierto que Elías tiene que venir primero y tiene que poner todo en orden, entonces ¿cómo es que está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Por lo demás, yo les aseguro que Elías ha venido ya y lo trataron a su antojo, como estaba escrito de él».
Palabra del Señor
Lectura
El Evangelio narra, cuando Jesús tomó a 3 de sus discípulos y subió a un monte alto, en el cual se llenó de un resplandor y blancura sobrenatural, lo cual provocó en Pedro un sentimiento de calidez y tranquilidad, al punto que él propuso hacer 3 chozas y quedarse ahí, sin embargo, la razón de estár ahí no era para quedarse, sino que ellos fueran testigos y partícipes de la gloria de Dios Padre ante su hijo Jesucristo, y aún siendo él el hijo de Dios, le pidió a Pedro, Santiago y Juan que no contacen nada de lo que vieron, hasta que llegara el tiempo.
Meditación
Este Evangelio es muy interesante, ya que Jesús al igual que muchos de los profetas a lo largo de la historia de la Salvación sube a un monte alto para hablar con Dios Padre, lo cual es un sinónimo de obediencia y que a pesar que él es hijo de Dios, también es hombre y tiene que cumplir con su misión de morir en la cruz… no obstante, al estar en lo alto del monte, él se reviste de gracias y de esplendor, de igual forma sus discípulos, se llenan de gozo y paz, esto último simboliza a nosotros como fieles Cristianos, queremos seguir a Jesús, y cuando estamos en su presencia, ya sea a través de la oración, o en la Santa Eucarístia, o bien frente a Jesús Sacramentado, no queremos dejar ese momento de gozo, paz y confort, sin embargo, Dios nos llama a salir de ese estado de éxtasis y adentrarnos en la misión, desacomodarnos y salir a dar el testimonio de un Dios vivo.
Oración
Jesús, permíteme dejar mi zona de confort y salir a predicar tu Evangelio enérgicamente y con mucho amor a todo el que lo necesite, no permitas que siga con esta pereza, física y espititual, que me arrastra cada vez más a un abismo oscuro y alejado de tí, hazme un instrumento de tu paz y amor Señor.
Amén
Contemplación
Éste es mi Hijo amado; escúchenlo».
Acción
Señor me comprometo, a dejar la pereza, y ser más diligente en mi vida, para que así puedas actuar en mí, desde lo más profundo y me ayudes, a volver la mirada a tí cada vez que me aleje de tus caminos.