Lectio Divina
Jueves 13 de Febrero de 2025
Jueves V Semana Tiempo Ordinario
Camila Castells desder Argentina ✍🏻🇦🇷
Invocación al Espíritu Santo
https://www.youtube.com/watch?v=K1q4oy0tVSg
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 24-30
24 Jesús, levantándose, se fue a la región cerca de la ciudad de Tiro. Entrando en una casa, no quería que nadie supiera que estaba allí, pero no pudo esconderse. 25 Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu maligno escuchó hablar acerca de Jesús. Ella vino y se arrodilló a sus pies. 26 Era una extranjera, de nacionalidad sirofenicia, y le pidió a Jesús que echara al demonio de su hija. 27 Pero Jesús le dijo: “Deja que los niños coman primero. No es correcto tomar el pan de los niños y tirarlo a los perritos”.
28 Ella le respondió: “Señor, también los perritos debajo de la mesa comen las migajas de pan que dejan caer los niños”.
29 Él le dijo: “Debido a esta respuesta, puedes volver a casa. El demonio ya ha dejado a tu hija”.
30 Cuando la mujer regresó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama y el demonio ya había salido de ella.
¿Qué me dice el texto?
Tiro es una ciudad “más allá”. Está “más allá” de Israel. Y decir “más allá” es decir “quedarse afuera”. Jesús se va a encontrar con la periferia de su época. Jesús va a salir al encuentro de la vida que se queda afuera, que es marginal a todo el sistema político, socio-económico y religioso de Israel. Jesús que quiere quedarse oculto y la mujer que lo va a buscar. Jesús que le explica que de acuerdo con el pensamiento de su época – la salvación, la gracia de Dios y la purificación son exclusivas de unos pocos que profesan una determinada fe judía. Y la mujer que insiste y logra su cometido: Jesús purifica a su hija. Y lo magnífico del diálogo es que nos muestra lo que en realidad pasa: Dios no tiene fronteras. Su Amor no conoce límites. Es más: Dios está más allá de toda religión.
2.Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
A veces existe una tentación y es la de pensar que podemos privatizar a Dios. Dios no es de todos. Dios es solamente de algunos. Y es para algunos solamente. Dios se revela a algunos y esos son “elegidos”, “mediadores”, “intermediarios absolutos” de la vida de Dios. Y privatizando a Dios, nos privamos de Dios nosotros y privamos de Dios al mundo. Si hay algo que nos tiene que quedar en claro al leer no solo esta página sino todo el evangelio es que Dios no se deja ganar en generosidad, y es para todos. Dios tiene la absoluta libertad de relacionarse con los seres humanos. Y todos los seres humanos se pueden encontrar con Dios. Dentro de la Iglesia y fuera de ella también. Por eso creo que lo más acertado es salir al encuentro de esta multitud de varones y mujeres que más allá de la fe luchan todos los días para hacer del mundo un lugar más justo, más fraterno y más humano. Es verdad que serán un montón las cosas que nos separen. Es más, creo que podemos pasarnos la vida pensando en las diferencias que podemos tener unos con otros. Pero se nos va a pasar la vida. Lo que podemos hacer es dejar de lado diferencias, políticas, partidismos, ideologías, razas, culturas, para encontrarnos y trabajar juntos. Vivir la convicción de que todo hombre en cuanto hombre es mi hermano y yo soy parte de esta inmensidad llamada humanidad, en la que Dios se las ingenia para hacerse presente e ir “más allá”. Encontrarnos, mirarnos, trabajar juntos, tejer sueños, proyectar anhelos, apurar la llegada del Reino. P. Pablo
3. Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Tú Señor que haces germinar en lugares recónditos, increíbles, aparentemente estériles, concédeme un corazón humilde, que sea escenario de Tú misericordia, y que siempre quiera salir al encuentro y compartirte con otros. Amén
4. Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
“Señor, también los perritos debajo de la mesa comen las migajas de pan que dejan caer los niños”.
5. Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
Si Jesús hubiese pensado que Dios era patrimonio exclusivo de algunos, no iba a Tiro. Se hubiese quedado solamente en Jerusalén. Sin embargo, el evangelio nos narra otra cosa. Si Jesús fue “más allá” de todo, ¿qué vamos a hacer nosotros? ¿quedarnos adentro, seguros, confiados, “cuidando lo propio”? ¿O saldremos al encuentro a ensuciar las zapatillas?