Lectio Divina por Hugo Ezequiel Ramírez de Argentina
Invocación al Espíritu Santo
Ven espíritu Santo,
Ven espíritu que nos enseñas a oír y discernir el llamado de Dios,
Ven espíritu y haznos dóciles a la manera que Jesús nos envía a la misión. Regálanos un corazón capaz de vivir desapegados de las cosas que no nos sirven para la misión.
Ven espíritu que acompañó a los primeros doce y les enseño todo lo que no debían llevar y lo que debían hacer durante la misión.
1- Lectura: ¿Qué dice el texto? Evangelio según San Marcos 6, 7-13
Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.
Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir.
Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos».
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
Palabra del Señor
2- Meditación: ¿Qué me dice o nos dice Dios en el texto?
Nuevamente nos encontramos con la persona de Jesús en salida, lo encontramos en camino, de un lugar a otro y con una tarea concreta “enseñando el reino”.
También suma a esa tarea a doce personas más. Personas que lo seguían. Y como iba a dejarles a ellos esa tarea les dio algunas indicaciones para hacerlo mejor. Los llamó y los envió pero con un plus. Dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Si pensamos acerca de estos espíritus, ¿cuáles serían hoy los Espíritus impuros? Reflexionemos acerca de eso pero que nos quede bien claro. Nos ENVIÓ con poder sobre estos espíritus. Ósea, nosotros podemos sobre ellos, Él nos dio el poder de dominarlos.
Quizás los espíritus impuros de hoy sean, la comodidad, la mediocridad, la banalidad, el conformismo, el mirarme solo a mí mismo, el pensar solo en mi futuro y de cómo voy a vivir más adelante, cuantas riquezas voy a juntar, o la vida que tengo pensado vivir cuando ya no pueda generar recursos.
Todas estas cosas que nos puedan detener a la hora de sentirnos enviados a la misión. Y Él nos ha dado ese poder sobre todas ellas.
Más adelante nos encontramos una orden, con más fuerza, casi como diciendo, sobre esto no se discute. No lleven para el camino más que…
Él más que nadie conoce el camino, sabe lo que verdaderamente hará falta y nos deja esta lista de cosas necesarias para la misión. Un bastón, un par de sandalias y una túnica.
Y al final lo que debían hacer. “Permanezcan en la casa donde les den alojamiento” y donde no seas recibidos.” sacudan hasta el polvo de sus pies”.
Permanecer donde son recibidos y donde no dejar allí hasta el polvo de los pies.
Ahora podemos preguntarnos algo:
¿Puedo nombrar los “espíritus malignos” que hoy a mí me detiene para la misión?
¿Me queda claro que yo tengo poder sobre estos espíritus o dejo que simplemente ellos manejen mi vida?
¿Que pienso acerca del Kit que Jesús nos deja para la misión? “un bastón, unas sandalias y una túnica” ¿hará falta algo más?
3- Oración: ¿Qué le digo o le decimos a Dios?
Señor Jesús aquí me tienes. Quiero seguirte como uno de los doce que te siguieron.
Enséñame a usar el poder que me has dado sobre toda lo maligno que se me anteponga a tu plan.
Enséñame a vivir ligero de equipaje, que no lleve nada más que lo que es verdaderamente necesario.
Enséñame a permanecer donde debo estar y saber salir lo más pronto posible de donde ya no es necesario que esté.
Continúa haciendo tu oración…
4- Contemplación: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el mensaje de Dios?
Puedo colocar delante de mis ojos todas las cosas que me detienen a la misión y por sobre ellas el poder que Dios me ha dado para vencerlas, la invitación de Jesús a caminar con Él para el Reino. Y delante de este gran afiche, me dejo invadir por la presencia de Dios que me invita a pesar de todo.
5- Acción: ¿A qué me comprometo?
En este momento de mi vida concreto Jesús me elije como a uno de los doce. ¿Hoy dónde voy a responder a ese llamado?
¿Sobre qué espíritus malignos voy a poner en práctica ese poder que me viene de Dios?
¿Dónde voy a permanecer y de donde me voy a retirar quitando hasta el polvo de mis pies?