Lectio Divina
Emerson Santos de El Salvador 🇳🇮
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo ilumina mi corazón, ven Espíritu Santo a iluminar mi pensamiento, en estos momentos que voy a meditar tu Santa Palabra, toca mi corazón.
Amén.
Texto bíblico
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 6, 17-29
En aquel tiempo, fue Herodes quien envió a Juan para que lo arrestaran, le ataran las manos y lo arrojaran a la cárcel. Lo había hecho por Herodías, con quien se había casado, a pesar de que ella era la esposa de su hermano Felipe. Por este motivo, Juan le decía a Herodes: “¡No te es permitido casarte con la esposa de tu hermano!”
Herodías estaba furiosa con Juan y quería matarlo, pero no podía porque Herodes le tenía miedo, ya que sabía que era un hombre bueno y santo. Por eso Herodes lo protegía, y cuando lo escuchaba hablar, no sabía qué hacer, pero aun así le gustaba escucharlo.
El día del cumpleaños de Herodes, llegó la ocasión que Herodías estaba esperando. Ese día, Herodes dio un banquete a las personas importantes de su gobierno: altos funcionarios, líderes militares y funcionarios galileos. Durante el banquete, la hija de Herodías entró al salón y bailó. Herodes y sus invitados disfrutaron mucho del baile. Entonces el rey le dijo a la muchacha: “Pide lo que quieras y te lo daré”.
Y él juró: “¡Te prometo que te daré lo que me pidas, incluso la mitad de mi reino!”
Ella fue a preguntarle a su madre: ¿Qué puedo pedir?, su madre le contestó: “La cabeza de Juan, el Bautista”.
De inmediato, ella regresó donde estaba el rey y le dijo: “¡Quiero la cabeza de Juan el Bautista en un plato ahora mismo!”
El rey se puso muy triste, pero debido al juramento que había hecho frente a los invitados, no pudo rechazarla. Inmediatamente envió a un soldado de guardia para que trajera la cabeza de Juan. Éste fue a la cárcel, cortó la cabeza de Juan, la puso en un plato y se la dio a la muchacha. Ella se la entregó a su madre. Cuando los discípulos de Juan se enteraron, vinieron y tomaron su cuerpo y lo enterraron.
Meditación
¿Qué nos dice el texto?
Hoy celebramos el Martirio de San Juan Bautista, el último profeta que fue conocido como la voz del desierto, de los puntos importantes resaltar es que San Juan le decía a Herodes que no le era lícito tener la mujer de su hermano, porque este cae en el pecado del adulterio, pero me llama la atención que Herodes respetaba a Juan, porque sabía que era un hombre honrado y santo y lo defendía.
Y sobre todo, que cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. Pero, a pesar de eso, no cambiaba su corazón, solo se quedaba con el gusto de disfrutar con la escucha; pero no lo llevaba a la acción, es decir, no vivía la voluntad de Dios, a pesar que tenía a un gran profeta.
Oración
Señor Jesús, ayúdanos, siempre a cambiar nuestro corazón a la luz de tu santa Palabra, que no seamos unos simples espectadores, estudiosos, o unos escuchas de la Palabra de Dios, más bien que lo llevemos a la acción, y a hagamos vida el Evangelio y seamos predicadores con nuestro testimonio.
Contemplación
¿Qué me resuena?
«Herodes le tenía miedo, ya que sabía que era un hombre bueno y santo.»
«Por eso Herodes lo protegía, y cuando lo escuchaba hablar, no sabía qué hacer, pero aún así le gustaba escucharlo.»
Que no seamos como Herodes, que solo escucha la palabra de Dios y que le gustaba, también, la predicación de San Juan pero no lo hacía vida.
Acción
¿A qué me comprometo?
Que la Palabra de Dios, me transforme en una persona verdadera en la caridad, en fe y la esperanza. Que haga vida el Evangelio de Cristo, que sea parte de mi vida cotidiana y estar cerca de la Iglesia a través de los sacramentos, para poder permanecer en pie.