Evangelio del día – Lectio Divina Marcos 5, 1-20

Lectio Divina

Por Rodrigo Barreto de Paraguay ✍🏻🇵🇾

Invoquemos al Espiritu Santo

Espíritu Santo, guíame en tu verdad y enseñanza, ilumina mi mente y mi corazón para poder conocer y amar a Dios cada día más. Ayúdame a vivir según tu voluntad y a ser un instrumento de paz y amor en este mundo. Te pido esto en el nombre de Jesús. Amén.

Lectura. ¿Que dice el texto?
Lectura del santo evangelio según san Marcos (5,1-20):

E anquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es que vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó con voz potente:
«¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo?
Por Dios te lo pido, no me atormentes».
Porque Jesús le estaba diciendo:
«Espíritu inmundo, sal de este hombre».
Y le preguntó:
«Cómo te llamas?».
Él respondió:
«Me llamo Legión, porque somos muchos».
Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había cerca una gran piara de cerdos paciendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaron:
«Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos».
El se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al mar y se ahogó en el mar.
Los porquerizos huyeron y dieron la noticia en la ciudad y en los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado.
Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Y se asustaron.
Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su comarca.
Mientras se embarcaba, el que había estado poseído por el demonio le pidió que le permitiese estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo:
«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».
El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.

Palabra del Señor

Meditación. ¿Que me/nos dice el texto?

En este pasaje, vemos a Jesús sanando a un hombre poseído por espíritus impuros. El hombre estaba viviendo en el cementerio, no podía ser controlado y estaba sufriendo mucho. Sin embargo, Jesús lo libera de esa posesión y lo devuelve a la normalidad.
En nuestras vidas, también podemos tener problemas o situaciones que nos atormentan, como el hombre en este pasaje. Pero, al igual que Jesús ayudó a ese hombre, Él también está dispuesto a ayudarnos a nosotros. Podemos confiar en Él para sanar nuestras heridas y liberarnos de lo que nos atormenta.

Oración ¿Que le digo a Dios?

Padre, te agradezco por tu amor y tu capacidad para sanar. Te pido que me ayudes a liberarme de cualquier cosa que me esté atormentando y me ayudes a confiar en ti para sanar mis heridas. Ayúdame a recordar que estás siempre disponible para ayudarme en cualquier momento.

Contemplación

Tomar unos minutos para estar en silencio y escuchar lo que Dios tiene que decirte después de meditar y orar sobre el pasaje. Puedes preguntarle sobre cualquier cosa que te haya llamado la atención en el pasaje, o simplemente escuchar lo que Él quiere decirte.
Repetimos tres veces:
«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti».

Acción

Ser un testimonio vivo y anunciar lo que el señor ha hecho por mi.

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