Lectio Divina por Gabriela de la Barra de Bolivia
Invocación al Espíritu Santo,
Ven espíritu Santo, llena mi vida de tu fuerza y acompaña nuestro caminar.
Oh Dios, todopoderoso y eterno, Ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu hijo predilecto. Que vive y reina contigo. Amén
Lectura
Del Evangelio según Marcos (4,35-41)
Este día al atardecer les dijo:«pasemos a la otra orilla» Despiden a la gente y llevan la barca. En esto se levantó una fuerte tormenta, y las olas irrumpian en la barca. Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal, le despiertan y le dicen : «Maestro ¿No te importa que padezcamos?» Él, habiéndose despertado increpó al viento y le dijo al mar: «¡Calla, endurece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza. Y les dijo : «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?» Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros : «¿Pues quien es este que hasta el viento y el mar le obedecen?»
Reflexión
El Evangelio de hoy describe la tormenta en el lago y como Jesús se duerme en la barca. A veces nuestras comunidades se sienten como un barquito perdido en el mar de la vida sin mucha esperanza de poder llegar a puerto. Jesús parece no estar en nuestra barca, pues no aparece ningún poder divino para salvarnos de la tempestades y de la persecución.
Reflexión personal
Las aguas del mar de la vida ¿Ta han amenazado alguna vez? ¿Qué te salvó? ¿Cuál era el mar agitado en el tiempo de Jesús?
Oración
Crea en mi, oh mi Dios, un corazón puro, renueva en mi interior con espíritu firme; no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mi tu Santo Espíritu.