Lectio Divina por Javier Cano de EE. UU. 🇺🇸
– 0. Invocación al Espiritu Santo
Ven Espíritu Santo, ilumina nuestras vidas con tu presencia, haz te parte de cada uno de nosotros, danos el entendimiento y valentía para enfrentar nuestros obstáculos, guíanos sobre el camino del bien según el mismo Espíritu, para obtener de ti el consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
– Lectura del santo Evangelio según san Marcos 2, 18-22
En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»
Jesús les contestó: «¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.»
Palabra del Señor.
– 1. Lectura, Que dice el texto?
El texto del día de hoy nos muestra como le preguntan a Jesús por qué sus discípulos no están ayunando como lo hacen los discípulos de Juan y de los fariseos, a lo cual Jesús respondió: «¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Dando a entender a el día que el ya no estará entre ellos. Jesús no insiste en la práctica del ayuno. El ayuno es una costumbre muy antigua, practicada en casi todas las religiones. Jesús mismo la practicó durante cuarenta días. Pero él no insiste con los discípulos para que hagan lo mismo. Los deja libres. Por eso, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que estaban obligados a ayunar, quieren saber por qué Jesús no insiste en el ayuno.
– 2. Meditación. ¿Qué me dice el texto?
Nosotros como humanos, somos especialistas en poner parches y remiendos que solamente se quedan en apariencia. Una carretera es revestida por encimita, se tapan unos cuantos agujeros, pero no se va al fondo de las cosas ni solucionan los problemas. Lo mismo sucede en la economía, en la educación, y por desgracia, con frecuencia también en nuestra relación con Dios. Vivimos de apariencias y no buscamos soluciones a fondo. El pasaje de este día nos pone en alerta sobre las situaciones que estamos viviendo y que reflejan nuestra religiosidad. La pregunta de los fariseos a Jesús va en este plan superficial: ¿por qué no ayunan tus discípulos? La respuesta de Jesús implica mucho más que el ayuno: es un encuentro personal con el novio, es la presencia del salvador en la vida. ¿Qué es lo más importante en nuestra relación con Dios? Con frecuencia nos quedamos en ritos externos y no buscamos esa experiencia interior que nos lleva a cambiar radicalmente nuestra forma de pensar. Los ritos judíos se basaban en la ley, en la culpa, en el miedo y en el interés. Nosotros hoy necesitamos buscar la raíz de nuestros problemas y desencuentros, tanto en relación con Dios, como en la relación con los hermanos y con la naturaleza. Y debemos buscar la verdadera conversión del corazón, y no quedarnos en parches y remiendos.
– 3. Oración. ¿Qué le respondo a Dios?
Señor Jesús toma mi corazón, dame las fuerzas necesarias para poder cumplir tu voluntad, acompáñame en este viaje, en este caminar hacia ti, dame la sabiduría para poder tener este encuentro real contigo, para poder buscar la verdadera conversión del corazón, y poder servirte como discípulo tuyo. Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad. Amén.
– 4. Contemplación. ¿Como interiorizo la Palabra de Dios?
“Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos”.
– 5: Acción. ¿A qué me comprometo con Dios?
El día de hoy me comprometo a analizarme completamente, y darme cuenta de lo que no me deja llegar totalmente a ti Señor Jesús y hacer los cambios correspondientes.