Lectio Divina
Sábado, 25 de Mayo de 2024
Sábado de la VII Semana del Tiempo Ordinario
Por Adrián García, República Dominicana ✍🏻🇩🇴
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo,
Ven Espíritu Santo, lléname de ti,
Ven Espíritu Santo, llena mi vida,
Espíritu Santo que vienes a llenarme de tu santa presencia, a colmar toda mi vida de gracia, ayúdame a preparar mi corazón para recibir dentro de mí a Jesucristo, Palabra de Dios hecha carne.
Amén
1. Lectura del Santo Evagelio según san Marcos 10, 13-16
Después de esto, algunas personas llevaron a sus niños a Jesús para bendecirlos, pero los discípulos los reprendieron. Cuando Jesús vio esto, no le gustó y les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí y no les prohíban que lo hagan, porque el Reino de Dios pertenece a las personas que son como estos niños. Ciertamente les digo que cualquiera que no reciba el Reino de Dios como un niño nunca entrará en él”. Entonces Jesús abrazándolos, los bendijo, poniendo sus manos sobre ellos.
Palabra del Señor.
¿Qué me dice el texto?
En este Evangelio podemos ver como Jesús acoge a los niños que llegan a Él, los niños se acercan a Jesús, y algunos son llevados, con la intención de ser bendecidos. Al ver esto, los discípulos trataron de que no molestaran a Jesús, pero Jesús les hace entender que ningún niño es una molestia al acercársele, incluso les pide que dejen que los niños lleguen a Él. Dicho esto, sin perder tiempo los iba bendiciendo.
2. Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Dios nos dice a través de este Evangelio que, si los niños se acercan a Jesús con un corazón puro, con un corazón abierto, sin poner condiciones, y llenos de alegría para escuchar lo que Él tiene para decirles, así mismo debemos hacerlo todos. Que sigamos a Jesús como lo hacen los niños en este evangelio, o como un niño sigue a su padre: con confianza, con amor. ¿Por qué? Porque reconoce que, si viene de Él, todo será bueno. Dios también nos dice que, aunque nos consideremos adultos o maduros en la fe, nuestra actitud debe ser como niños, pues recordemos que el Reino de Dios es de los que son como niños.
Esta lectura me deja algunas interrogantes:
¿Sigo a Jesús con un corazón puro como un niño?
¿Qué cosas debo mejorar para llegar a seguir a Jesús con alegría y confianza como los niños?
3. Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Dios Padre, gracias por permitirme entender como deben ser mis acciones para acercarme a ti. Gracias por ayudarme a caminar cada día con más alegría, felicidad, y con el corazón cada vez más acorde a lo que tú quieres. Gracias por enseñarme como debo mantenerme humilde y pequeño en todo momento. Te pido Señor, que me ayudes a mantenerme así, y que me ayudes a acercarme cada vez más a ti. Amén.
4. Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Me quedo pensando repetidamente en la frase «Cualquiera que no reciba el Reino de Dios como un niño nunca entrará en él”.
5. Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
1. Dejar que Dios moldee mi corazón para ser cada día más como un niño.
2. Acercarme a Él con alegría y con confianza en todo momento.