Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 9, 46-50

Lectio Divina por Linnette Córdoba de USA

Invocación al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo e ilumina mi mente y mi corazón para poder recibir tu mensaje de amor a través de tu palabra. Amen.

Lectura
Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,46-50):

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante.
Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.»
Juan tomó la palabra y dijo: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.»
Jesús le respondió: «No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro.»
Palabra del Señor

Meditación

En muchas de las parábolas y enseñas de Jesús, El invita y nos recuerda que debemos ser humildes siempre y que estamos para servir; esta lectura de San Lucas es un ejemplo más. Jesús le explica a los discípulos que para ser grande en los ojos de Dios debemos ser pequeños aquí en la tierra. La Virgen María es un gran ejemplo de lo que es ser pequeño en la tierra y grande en los ojos de Dios. “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra” (Lc. 1:38). Maria se entregó como esclava, se hizo lo más pequeña posible pero en los ojos de Dios esa fue la acción más grande que pudo haber hecho. La grandeza de Maria viene de su humildad y sencillez y eso es lo que nos pide Jesús: que seamos humildes, sencillos, pequeños. No pide que nos menospreciemos pero si que recordemos siempre que estamos aquí para servirlo a El y a nuestros prójimos. También en esta lectura Jesus le recuerda a los discípulos que solo por el hecho de que estén con El no significa que ellos sean más importantes o tengan más poder que los demás. No estamos para juzgar— estamos para invitar y acoger a toda persona, estén dentro de la iglesia o no.

Oración

Mi Dios amado, te pido que por favor siempre me ayudes a ser pequeño. Ayúdame a ser pequeño para que Tu seas grande en mi. Que seas Tú siempre el primero y el centro de mi vida. Te pido que me des humildad y sencillez para nunca creerme más que las demás personas. Que el estar contigo y en tus caminos no me haga sentir mejor ser humano o como si mereciera más— al contrario, que me recuerde que soy siempre tu servidor y me impulse a invitar aquellos que están alejados de ti. Amén.

Contemplación

El más pequeño de vosotros es el más importante

Acción

Hoy me comprometo a recordar cada mañana que Tú eres el grande mi Señor, y yo el pequeño

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