Evangelio del día – Lectio Divina Lucas 8, 4-15

Lectio Divina por Juan Pablo Mora de Venezuela

🔥INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar el bien de los hombres, el cumplimiento de mi misión y el triunfo del Reino de Cristo. Amen

📣LECTURA
Lectura del santo evangelio según san Lucas (8, 4-15):

En aquel tiempo, se le juntaba a Jesús mucha gente y, al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces les dijo esta parábola: «Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron, y los pájaros se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso y, al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco cayó entre zarzas, y las zarzas, creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto cayó en tierra buena y, al crecer, dio fruto al ciento por uno.»
Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga.» Entonces le preguntaron los discípulos: «¿Qué significa esa parábola?»
Él les respondió: «A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es éste: La semilla es la palabra de Dios. Los del borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que, al escucharla, reciben la palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas son los que escuchan, pero, con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena son los que con un corazón noble y generoso escuchan la palabra, la guardan y dan fruto perseverando.»

🕯️MEDITACIÓN

En el evangelio meditamos la manera de enseñar de Jesús, que es a través de las parábolas. Él tenía una capacidad de encontrar imágenes sencillas para dar a conocer las cosas de Dios y de esta manera enseñar el Reino de Dios. Ahora bien, son exactamente estas situaciones vividas por el pueblo como la siembra o la pesca, por la gente entiende mejor todo lo que Jesús predica. Como es el caso del evangelio de hoy, el agricultor que escucha, dice: ¡yo sé lo que es!

El relato bíblico comienza indicando que mucha gente se acercaba a Jesús mientras pasaba por los pueblos y es el momento cuando decide narrar esta historia del sembrador, revelando que dicha semilla aunque esparcida por voluntad del sembrador siempre cae en diferentes terrenos, de la misma manera el Evangelio aunque proclamada por Jesús en aquel momento no tenía el mismo fruto en los oyentes.

Es así que identifica cuatro terrenos diferentes donde cae la Semilla – Al borde del camino, en terreno pedregoso, entre zarzas y en tierra buena – y al comentarla para el Pueblo culmina diciendo el que tenga oídos para oír que oiga. Una expresión dura que indica que ya habiendo escuchado la palabra debía meditarla y entenderla en la intimidad de la oración.

Para entenderla mejor es necesario comprender que esa era la vida del agricultor, ya que en aquel tiempo, no era fácil vivir de la agricultura. El terreno era muy pedregoso o había mucho matorral, al igual que poca lluvia, o cuando la gente acortaba el camino y pasaba en medio del campo, pisando el sembrado.

Es interesante como luego de los discursos y parábolas que decía Jesús, los discípulos se acercaban a Él y le preguntaban qué significaba su enseñanza y en esto Jesús explica la parábola a los discípulos.

Entonces les comenta que la semilla al borde del camino son aquellos que escuchan la palabra, pero que viene el diablo y se lleva la palabra de sus corazones, esto se debe al estar en una vida de pecado donde se le da lugar al demonio.

Las semillas en terreno pedregoso, son los que creen pero no se comprometen y al venir las pruebas, deciden retirarse.

Las semillas entre las zarzas, son aquellos que creen más les encanta vivir en los placeres de la carne y no desean vivir su conversión.

Por último las semillas caídas en tierra buena, son quienes se comprometen en el servicio a la Iglesia, que además están dispuestos a salir de sí mismos y donarse para ayudar a quienes lo pidan: dispuestos a predicar el evangelio con sus vidas.

🙇 ORACIÓN

Oh Dios, gracias por tu palabra que siembras en mi corazón. Hoy quiero pedirte que siempre prepares mi corazón, tu que eres un buen agricultor, eres nuestro Dios y Señor y por tu gracia mi corazón sea esa tierra buena, ayúdame a seguir comprometido con tu Iglesia y en la expansión del Evangelio. Que yo pueda Señor ayudar a otros a comprender tu Palabra.

🔎 CONTEMPLACIÓN

La semilla cayó en cuatro lugares diferentes: borde del camino, terreno pedrogoso, zarzas y tierra buena. ¿Qué tipo de tierra soy yo? ¿Cuáles son los frutos que la Palabra de Dios está produciendo en mi vida y en mi comunidad?

🚶 ACCIÓN

Ser esa semilla que cae en tierra fértil y da fruto, compartiendo en las diferentes redes sociales el mensaje del Evangelio

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