Lectio Divina por Eduardo Rafael García de Honduras
0. Invocamos al Espíritu Santo
Ven, Espíritu Santo
Espíritu Santo Consolador, ven con tu fuerza y con tu poder, que sin herir ni violentar, ofreces en la conciencia el susurro de lo que es bueno y mejor, para bien de cada persona y de la comunidad humana.
Ven, sobre todo, a lo más íntimo de nuestro ser, donde se experimenta la turbación, el sinsentido, la desesperanza, la tristeza, el desánimo, el dolor y las lágrimas secretas.
Ven, Espíritu Santo, Consolador, hazte luz para quienes todo lo ven oscuro; amor, para quienes se creen o están solos; fuerza, para quienes perciben la debilidad física y también en su espíritu. Tú eres el mejor Abogado, defiéndenos de nosotros mismos, de nuestras melancolías y desesperanzas. Amén.
Evangelio Según San Lucas 7, 24-30
Cuando los discípulos de Juan se fueron, Jesús comenzó a contarle a las multitudes acerca de Juan:
“¿Qué fueron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿Qué vieron? ¿Un hombre bien vestido? ¡Ahora, aquellos que se visten con ropas lujosas y viven con lujo viven en los palacios! Entonces díganme: ¿qué fueron a ver? ¿Un profeta? Sí, les digo, más que un profeta. Porque Juan es de quien ha sido escrito:
“He aquí que envío mi mensajero delante de tu rostro, para preparar tu camino delante de ti”. (Mal 3:1).
“Les digo que de todos los hombres que nacieron de mujer, no hay ninguno más grande que Juan. Pero quien es el menor en el Reino de Dios es más grande que él”.
Los recaudadores de impuestos y todas las personas al escucharlo, reconocieron la justa obra de Dios y fueron bautizados por Juan. Pero los fariseos y maestros de la Ley no quisieron ser bautizados por Juan y, por tanto, rechazaron el plan de Dios para ellos.
Palabra del Señor.
1. Lectura ¿Qué dice el texto?
Estamos en la recta final del tiempo de Adviento y la Palabra de Dios quiere prepararnos aún más para la llegada de nuestro Salvador.
El texto de hoy está referido a Juan Bautista, siendo un elogio del precursor del Mesías por parte del mismo Jesús, el cual señala la grandeza, pero a la vez la pequeñez del último de los profetas. Juan es inferior a Jesús e incluso inferior a los discípulos de Jesús, porque más grande que Juan será el más pequeño de los discípulos que participen del Reino que trae el Mesías. Esto no quiere decir que el Bautista debe ser menospreciado porque él es el más grande de los profetas que tiene la misión de preparar el camino al Señor.
Dicha tarea se cumple en el anuncio de conversión a través del bautismo que trae la salvación y de la manera más humilde y sencilla por sobre lo grande y esplendoroso.
2. Meditación ¿Qué nos dice el texto?.
A la luz del texto bíblico, les invito a meditar con base en las siguientes preguntas:
• ¿De qué manera estoy preparando la venida del Señor a mi vida, desde la sencillez de mi corazón o desde la arrogancia y el consumismo?
• Al igual que los discípulos de Juan se convirtieron y “le dieron la razón a Dios” ¿Ayudo a que los demás preparen el camino al Señor dando testimonio de arrepentimiento y conversión?
• Dios lleva adelante su plan salvador privilegiando lo humilde y sencillo ¿A qué estoy dispuesto a renunciar para dar lugar en mi vida al Niño que quiere nacer de nuevo en mi vida y en la de mi familia?
3. Oración ¿Qué le decimos a Dios?
Gracias, Señor, porque una vez más te acercas a nosotros a través de tu Palabra. Te pedimos que vengas a restaurar nuestras vidas, que nos des la capacidad de anunciarte como Juan el Bautista, que compartamos el testimonio de todas las maravillas que haces por nosotros. Ven a cambiar lo que está dañado y manifiesta tu gloria donde hay oscuridad y pecado. Gracias por ser misericordioso con los que más sufren. Permítenos darte a ti siempre la razón. Amén.
4. Contemplación ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
“Les digo que de todos los hombres que nacieron de mujer, no hay ninguno más grande que Juan. Pero quien es el menor en el Reino de Dios es más grande que él”.
5. Acción ¿A qué me comprometo con Dios?
En este tiempo que estamos viviendo, nos comprometemos a hacer una obra de misericordia, de manera especial, visitando a los que están solos y tristes y compartir con los más necesitados.