Lectio Divina por Guadalupe Rodríguez de México
Invocación al espíritu santo
Ven Espíritu Santo y llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor, envía Señor tu espíritu y todo será creado y se renovará la faz de la tierra.
Espíritu santo fuente de luz, ilumínanos y guíanos.
Paso 1: Lectura Evangelio según San Lucas 5,27-32
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
Este Evangelio nos presenta dos partes, el momento del llamado a Leví quien con gran docilidad le sigue y el momento de sentarse con los pecadores. Recordemos que en tiempo de Jesús los recaudadores de impuestos eran considerados traidores, al trabajar para los romanos y al mismo tiempo señalados por ser pecadores al utilizar sus ganancias en mujeres y fiestas. Jesús genera gran controversia al sentarse con ellos, pero Él tiene claro que son los más enfermos los que necesitan de la sanación que Él ofrece. El sentarse con ellos no es que validara la vida de pecado que llevan; por el contrario está presente ahí en nuestros momentos de mayor miseria.
Paso 2: Meditación, ¿Qué me dice a mí el texto?
Podríamos pensar que al pecar Dios se aleja de nosotros o incluso nosotros nos escondemos o alejamos de Dios así como los publicanos estaban apartados, sin embargo es ahí en nuestros momentos de mayor debilidad que Jesús se sienta a nuestro lado. Él se acerca a nosotros y nos llama a seguirlo. Él sabe que pecamos como fruto de nuestras heridas y no sólo nos otorga su perdón, sino que es capaz de sanarnos.
¿Cuáles son esas heridas del pecado que te gustaría que Jesús, como médico, sanara?
¿Qué significa para ti dejarlo todo seguirlo?
¿Cómo te llama Jesús a seguirlo?
También Jesús nos invita al encuentro con los hermanos que están alejados, acercarnos a ellos para traerles la noticia de que pueden ser curados. ¿Quién en mi ámbito necesita escuchar este mensaje?
Paso 3: Oración, ¿Qué le respondo a Dios?
Señor mío, me reconozco enfermo, me reconozco hambriento, te pido que seas tú el que sea mi alimento, el que cure aquello que me duele. Me duelen mis pecados, pero tú con todo y el peso de mi pasado te acercas y me llamas. Quieres quitarme esa carga, te la entrego. Gracias por ser el primero que me llama, porque aunque me encuentro ocupado tú eres el que me busca y me llama. Amén.
Paso 4: Contemplación, ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Ponte en silencio para estar en la presencia viva de Cristo.
“Sígueme» «te seguiré»
Paso 5: Acción
¿Cómo responderás al llamado?
¿De qué necesitas que te cure el Señor?
Te invito a buscar la forma de acercarse a alguien que necesite de Dios, sin juzgarlo sino con amor recibirlo.