Lectio Divina por Pablo Usquiano, de Peru
Lunes 4 de Setiembre 2017
INVOCACION AL ESPIRITU SANTO
Espíritu Santo, ilumina nuestra mente para que recibamos esta meditación con una actitud abierta y dócil , y así escuchemos y percibamos tu presencia. Abre nuestro corazón para que entendamos tu voluntad y tu mensaje a través de tu Palabra y podamos ponerlo en práctica. Amén.
LECTURA BÍBLICA: LUCAS 4, 16-30
“Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos
y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír».
Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es este el hijo de José?».
Pero él les respondió: «Sin duda ustedes me citarán el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún».
Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra.
Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país.
Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.
También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio».
Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron
y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.”
LECTURA ¿QUÉ DICE EL TEXTO? ✍
Jesús comienza su actividad pública con un anuncio solemne hacia el pueblo de Nazaret, en la sinagoga, leyendo el texto del profeta Isaías, el cual proporcionaba la misión de Jesús, y provocó una reacción de asombro y admiración en los oyentes, así como había predicho el anciano Simeón, que será “signo de contradicción”. Todo su pueblo de Galilea le conocía como el “hijo de José”, quien le enseñó el oficio. Y es que luego de la experiencia del bautismo y de la prueba en el desierto, Jesús regresa a Nazaret transformado, por el poder del Espíritu Santo, y es cuando comienza a anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios.
Hay dos aspectos en la misión de Jesús: anuncio y liberación. El primero: “anunciar la Buena Noticia a los pobres”, “proclamar un año de gracia del Señor”; y el segundo : “proclamar la liberación a los cautivos y dar vista a los ciegos, liberar a los oprimidos”. El “año de gracia del Señor” se refiere al jubileo, en el que se perdonan las deudas y se libera a los esclavos. Así Jesús les comunica sobre esa misión que él está a punto de iniciar, que es el llevar ese mensaje alegre así como realizar la salvación de los que sufren en el cuerpo y en el espíritu.
Jesús explica cómo los antiguos profetas tampoco tuvieron una buena acogida por parte del pueblo; no obstante, realizaron milagros a favor de gente extranjera. Por lo tanto, si el pueblo rechaza al profeta, poniendo Jesús como ejemplo el caso de Elías y Eliseo, la salvación se ofrecerá a los pueblos paganos. Pero, la gente al darse cuenta de que Jesús quiere acoger a todos, sin excluir a nadie, la gente se rebela y quiere matarlo. Esta reacción violenta prefigura el rechazo de Cristo y el drama de la pasión, pero también la victoria de Jesús sobre la muerte, ya que Jesús pasa ileso en medio de toda esa muchedumbre enfurecida, continuando su camino para llevar el alegre mensaje de la salvación a otras ciudades, el cual, un día llegará hasta los últimos rincones de la tierra.
MEDITACIÓN:
¿QUÉ ME DICE DIOS CON EL TEXTO? ♂
El Reino de Dios ya está entre nosotros. Dios nos quiere dar a entender que el Reino ya no es una meta futura sino que ya es realidad, ya es verdad, es esa novedad del mundo que Jesús presenta. Cuando Jesús dice que: “Hoy se ha cumplido el pasaje de la Escritura”, él está anunciando que ya llegó ese espíritu de liberación definitiva. Haciendo suyas las palabras de Isaías, Jesús les da un sentido pleno y definitivo, declarándose mesías que viene a cumplir la profecía. Jesús quiere acoger a los pobres, a los ciegos y a los oprimidos, aunque la gente no acepte su propuesta. Y así al presentar el proyecto de acoger a los excluidos, él mismo es excluido.
San Lucas nos dice que el Mesías ha sido “ungido para anunciar la Buena Noticia a los pobres”, la palabra “pobres” incluye a todos los hombres, sin interesar cual sea su condición económica y en la medida en que no conozcan a Dios, a los que se encuentran en un estado de extrema miseria y, por eso, debemos ubicarlos entre los pobres que están esperando la Buena Noticia. Consecuentemente, cuando anunciemos la Buena Nueva, no debemos hacer exclusiones tampoco, y deberíamos partir del “prójimo”.
ORACIÓN:
¿QUÉ LE DIGO A DIOS?
Gracias , Señor, por tu mensaje de alegría y de salvación que me has traído, permite que mis ojos estén fijos en ti, Señor, como los que te escuchaban en la sinagoga de Nazaret. Quiero que me ayudes a acoger con alegría y con un corazón libre de prejuicios la salvación que hoy has venido a traernos porque es para todos, sin despreciar a nadie, porque sólo tú eres la Buena Noticia para nosotros, capaz de cambiar nuestra pobreza en auténtica riqueza, para así vencer todas nuestras esclavitudes y opresiones, y siendo libres de todos estos prejuicios, podamos seguirte y ser felices como tu lo deseas. Amén
CONTEMPLACIÓN:
“El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”. Jesús anuncia al mundo la caridad de Dios. Porque tanto amó Dios al mundo que envía a su único y amadísimo Hijo, confiandole la misión de darse a conocer, de ofrecernos su amor y de anunciarnos un mensaje de alegría.
ACCIÓN:
¿A QUÉ ME COMPROMETO CON DIOS?
El deseo de Jesús es que acojamos a los excluidos. Y nosotros ¿acogemos a todos, o excluimos a algunos? Pensemos en los motivos que nos llevan a excluir a ciertas personas y quienes son los excluidos que deberíamos acoger mejor en nuestra comunidad. Propongámonos algún reto personal, uno que más amor implique en respuesta a Nuestro Señor, por ejemplo, tratar de acercarnos a algún amigo o amiga, quizá de nuestro entorno, que veamos alejado o excluido para hacerle llegar la Buena Noticia de Nuestro Señor. Amén.
Gracias, hermanos Cristonautas, por permitirme compartir la Lectio Divina del día de hoy. Un abrazo. Dios les bendiga.