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Lectio Divina por Francisco Pérez de Costa Rica
Lectio divina sábado 26 de noviembre
1-Invocacion al Espíritu.
Abre nuestros corazones, Señor, para poder recibir tu mensaje con la disposición de un discípulo fiel que escucha y aprende de ti. Envía tu Espíritu Santo para que derrame en nosotros el don de la sabiduría y que podamos guardar en nuestro interior todo lo que tienes preparado para nosotros. Amén.
2-Lectura.
Del Evangelio según San Lucas (21, 34-36)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por venir y manteneros en pie ante el Hijo del Hombre.»
Palabra del Señor
3-Meditación.
En este texto, Jesús nos recuerda que la vida tiene un aspecto pasajero. De este modo nos llama a no ser sorprendidos sin estar preparados y a prestar atención a cumplir nuestros deseos de vivir el bien.
Es sorprendente lo mucho que el consejo de Jesús, acerca de la preparación para la segunda venida, es también relevante para nuestra vida actual. Por ejemplo, “Estén en guardia para que sus corazones no se desanimen con disipación, borracheras y las preocupaciones de esta vida”.
Podemos reflexionar en nuestra vida a partir de las siguientes preguntas:
¿Alguna vez sospecho que mi vida puede ser algo superficial?
¿Considero que no estoy en conexión con mi ser más profundo y que tiendo a ir a la deriva en vez de vivir reflexivamente?
Por supuesto, la oración ayuda a crecer en el conocimiento de uno mismo y de Dios… También nos invita a caminar hacia adentro, al fondo del alma. ¿Acepto siempre esa invitación o el miedo me hace retroceder? ¿O me falta fe?
4-Oración.
Señor Jesús, sé que tu Evangelio de hoy no tiene la finalidad de causar miedo o inquietud. Tú no estás esperando un momento de debilidad para llamarnos a juicio, al contrario, personalmente creo que llamas a cada persona en su mejor momento. Ilumina esta oración para que continúe con entusiasmo y confianza mi camino hacia la santidad: hacer lo que me toca hacer, siempre y todo por amor a Ti. AMÉN.
5-Contemplación.
Estemos despiertos a la acción de Dios en nuestra vida, abramos el corazón a su amor y dejémonos guiar por Él.
6-Acción.
Preparemos el corazón y compartamos el mensaje de un Cristo que espera que abramos nuestra vida para que Él actué.
