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Lectio Divina por Bricela Olmedo de México
Oración inicial
Ven Espíritu Santo ilumina nuestros corazones
Con la fuerza infinita de tu luz y sabiduría Y prepáranos para este encuentro con Jesús
En el centro de nuestras familias
Para que nuestras realidades de Padres, esposos e hijos
sean reflejo de las realidades de la Sagrada Familia de Nazaret.
Espíritu Divino abre nuestro entendimiento a tu Palabra eterna y llénanos de la Alegría de Jesús. Amén.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 21, 29-33
Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Lectura: ¿Qué dice el texto?
“sabed que el reino de Dios está cerca»
Hoy más que en ningún otro momento debemos tener claras estas palabras. Hoy se nos dice que el mundo en que vivimos desaparecerá, pero las palabras de Jesús, palabras de verdad y vida, serán válidas para siempre. Estas palabras representan una visión de vida y esos valores eternos que nosotros creemos que emanan de Dios.
Meditación: ¿Qué nos dice el texto?
Estamos terminando el año litúrgico, ya en unos días comenzamos el adviento, este tiempo de preparación gozosa de Navidad. El Evangelio nos recuerda que Dios está cerca, mucho más cerca de lo que nosotros pensamos.
Llegado este fin del tiempo eclesial, es tiempo de considerar si queremos permanecer en el Reino que Jesús está inaugurando, y no solo pertenecer a Él, sino hacerlo nuestro trabajo de vida. Entonces, cuando venga a buscarnos, estaremos listos.
El tiempo nos ha demostrado la veracidad de las palabras de Nuestro Señor: «El cielo y tierra pasarán, más mis palabras no pasarán». Estas palabras nos dicen: nada perdura en el tiempo, sólo Él es eterno, sólo Él puede decir «siempre».
Hay muchas modas que pasan, pero solo la verdad permanece y Él es la verdad. Muchas personas y situaciones pasan en nuestra vida, pero en medio de todo Dios es la única constante. Es por esto que nuestra vida debe centrarse en lo que realmente es importante; Cristo.
Esta es una dura lección que aprender: que cuando nuestras vidas están en momentos molestos e inciertos, el Reino de Dios está cerca. Está presente en nuestros momentos tristes, como también en los llenos de dicha. San Juan de la Cruz decía:” El amor es el fruto de la fe, esto es, de la oscuridad”.
Oración
Dios me ha hablado hoy a mí, a través de su Palabra. Y ahora le respondo:
Señor, déjame darte gracias. Estás siempre más allá de nuestros pecados, de nuestras debilidades, de nuestros problemas, de nuestras dificultades. Para ti siempre hay una luz después de la noche; un sol después de la lluvia; una primavera después del invierno; una Resurrección después de la muerte. Nosotros pasamos, pero Tú siempre estás. ¡Gracias, Señor!
Contemplación: ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
¿Cuáles signos veo hoy, de que Dios está trabajando y que está cerca?
ACCIÓN: ¿Cómo llevo esta Palabra a mi vida? ¿A qué me comprometo?
Me comprometo a acercarme más a Dios realizando oración de acción de gracias de todo corazón, por cada momento de vida que me ha regalado, a la vez pedirle que derrame su Espíritu Santo sobre mí, que aumente mi fe y esperanza para ser una mejor persona con mis hermanos.
Y tú, ¿a qué te comprometes con Dios?
