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Lectio Divina
Por Eduardo Ramírez de Guatemala ✍🏻 🇬🇹
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido.
Luz que penetras las almas, fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo.
Tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego.
Gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del alma
si tú le faltas por dentro.
Mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo.
Lava las manchas.
Infunde calor de vida en el hielo.
Doma el espíritu indómito.
Guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito.
Salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén
1. Lectura
¿Qué dice el texto?
Evangelio según san Lucas 21, 12-19
«Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas.»
1.1 Releamos el texto
La vida de los discípulos se desarrolla en medio de dificultades y amenazas. Vivían acechados tanto por las autoridades civiles como religiosas, el Señor les recuerda que, por su Nombre, serán perseguidos, pero también les recuerda que no estarán solos, que Él no los abandonará a su suerte, sino que los acompañará a través de su Santo Espíritu, que les ha sido prometido. Pero sobre todos les recuerda que para poder salir triunfante ante las múltiples dificultades se debe ser perseverante.
2. Meditación
¿Qué nos dice el texto?
Hoy en día vemos muchas situaciones similares como las que nos presenta el Evangelio, tanto desastres naturales, algunos provocados por el mismo hombre, como también situaciones que llevan a una persecución por el nombre del Señor. La Iglesia, sigue siendo perseguida por el Nombre del Señor. Pero ante todo es perseguida desde su interior, por medio de los Medios de Comunicación y Redes Sociales, poniendo a prueba la fe y los valores cristianos, a través de ideologías y tendencias que nos alejan del Señor. Situaciones que solamente si perseveramos en la oración y en la vida sacramental podremos afrontar. Sólo si confiamos plenamente que el Señor está con nosotros todos los días de nuestra vida.
Preguntémonos:
¿He tenido dificultades con mi familia, amigos o autoridades “por el nombre de Jesús”?
¿He visto tambalear mi perseverancia en la vida cristiana por las tendencias e ideologías que me quieren alejar de Jesucristo?
3. Oración
¿Qué me hace decirle al Señor el texto?
Oremos siguiendo esta alabanza de Daniel Poli, que nos invita a ser adoradores en espíritu y en verdad:
– Danos Señor un corazón sencillo para entrar en tu presencia.
– Danos Señor un corazón perseverante, que no se doblegue ante las pruebas que el mundo nos presenta.
– Danos Señor un corazón agradecido para reconocer que todo lo que somos lo somos por Ti.
¿Qué más le dices al Señor al orar con este texto?
4. Contemplación
¿Qué transformación incita en mi vida este texto?
El Señor nos invita a entrar en nuestro ser y transformar nuestra vida en Él. En momentos de prueba sabemos que el Señor está a nuestro lado, no tengamos miedo de clamar a Él, pidamos siempre su Santo Espíritu. Digámosle confiadamente:
“Ven Espíritu Santo, has de nosotros tu morada”
¿Qué otra frase te inspira el texto a repetir para que puedas transformar tu vida?
5. Acción
¿Qué acción me inspira el texto a hacer?
– El texto nos invita a perseverar. Hagamos un análisis de nuestro tiempo de oración, de nuestra vida sacramental y, sobre todo, qué tanto hemos puesto nuestra vida en el Señor.
– Veamos a nuestro alrededor, nuestros hermanos muchas veces necesitan de nosotros, necesitan que les anunciemos al Señor, que les recordemos que Dios les ama y que nunca los deja solos.
– ¿Qué acciones les inspira el texto a hacer?
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
