Lectio Divina por Adrián García de República Dominicana
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo.
Ven Espíritu Santo a llenarme de tu Santa Presencia, completa mi alma y mi corazón, para recibir a Jesucristo, palabra encarnada en la Lectura Orante con este Evangelio.
Tú, Espíritu Santo, ayúdame a comprender, meditar y aplicar la palabra de Dios; y que así como lo haces conmigo, otros puedan llenarse y regocijarse con la Buena Nueva, Amén.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21, 1-4)
Levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo.
Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre,
y dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie.
Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir.»
Palabra del Señor.
Lectura: ¿Qué me dice el texto?
En este Evangelio podemos ver como Jesús aprecia la ofrenda que se da con honestidad, con desprendimiento por parte de la Viuda. Mientras que otros, considerados ricos, dan un poco de lo que les sobra, la viuda se desprende de todo lo que tiene.
Con esto Jesús les demuestra a sus seguidores, que lo importante no es simplemente dar, lo importante es dar desde el corazón.
Meditación: ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Dios nos deja ver como Jesús quiere que todos entendamos que nuestro desprendimiento hacia los demás, ya sea tanto en limosna para los mas necesitados, o sea en ofrenda a Dios, debe ser una parte de nosotros, un desprendimiento real de lo que tenemos y hasta necesitamos; que no sea una ofrenda por simplemente ofrendar, que sea un acto de humildad y abnegación.
De esta forma nos da a entender que si actuamos según lo que nos ha enseñado aquí, con la misma admiración que Jesús observó a la viuda, seremos vistos por Él.
Está lectura me hace preguntarme:
¿Ofrendo yo simplemente de lo que me sobra?
¿Qué debo hacer para desprenderme realmente de lo que tengo?
Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor, gracias una vez mas por demostrarme que me he acomodado y no le doy el valor que debo darle a las ofrendas y limosnas. Gracias por hablarme de una manera tan clara, por hacerme darme cuenta que debo cambiar mi forma de colaborar y desprenderme.
Hoy te pido, que me ayudes a obtener el valor necesario para desprenderme de eso que en realidad te pertenece a ti, y no a mi.
Amén.
Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
Me quedo pensando repetidamente en la frase «Dio todo lo que tenía para vivir».
Acción: ¿A qué me comprometo con Dios?
1. Desprenderme realmente de lo que tengo, y aferrarme más a Él.
2. Actuar con humildad en todo momento.