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Lectio Divina por P. Alejandro Gómez Grajales
Lectio para el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor (Candelaria)
Lc 2,22-32:
Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
-«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Qué dice el texto?
– De acuerdo con lo escrito en la ley…
– Luz para alumbrar a las naciones…
– Dejar a tu siervo irse en paz…
Qué me dice el texto?
(Me cuestiona:)
– Busco cumplir la ley, es decir hacer la voluntad de Dios y no la mía?
– Pongo en el centro de mi corazón la Luz de Jesucristo como Salvador?
– Busco ser luz para las naciones?
– Encuentro mi paz en Jesucristo?
– Los demás encuentran paz en mí?
Qué me hace decir el texto?
Señor, permite que mis ojos vean tu Salvación, la gloria de tu pueblo, Israel.
Contemplo
Frente a una vela estar en silencio viendo la Luz, buscando en ese silencio ver a Jesucristo entregando salvación y deseando imitar esa manera de iluminar.
Actúo
Hoy voy a realizar una buena acción que sea luz para alguien.
