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Lectio Divina Saulo Ruiz desde Salvador
0) Invocación al Espíritu Santo
Dios todopoderoso y eterno, derrama tu Espíritu de amor, sobre nuestros sentidos para poder entender tus enseñanzas, como discípulos misioneros de tu Palabra, entregarnos con fidelidad y servirte con sincero corazón, para poder agrandar la tan esperanzadora Civilización del Amor.
1) Lectura, Evangelio según Lucas 12,49-53
«He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y cuánto desearía que ya hubiera prendido, con un bautismo tengo que ser bautizado y qué angustiado estoy hasta que se cumpla, ¿Creéis que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, os lo aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Palabra del Señor.
2) Meditación: ¿Qué me dice el texto?
Hay dos aspectos interesantes que resuenan en el texto,
Primero: el fuego sobre la tierra, «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y cuánto desearía que ya hubiera prendido”… El fuego en la Biblia no tiene una sola simbología, puede ser signo de castigo, purificación, protección como vemos en Isaías: “Si pasas en medio de las llamas, no te quemarás” (Es 43,2)”, también se asocia a la acción del Espíritu Santo que descendió el día de Pentecostés bajo la imagen de lenguas de fuego (He 2,2-4). Podemos pensar que la imagen del fuego combinado con la imagen del bautismo indica la dirección en la que Jesús quiere que la gente dirija su imaginación. El bautismo se asocia con agua como expresión de un compromiso que como cristianos debemos tomar en nuestra vida.
Segundo aspecto: la división, Jesús habla siempre de paz, entonces, ¿cómo entender la frase del Evangelio, que parece decir lo contrario? no significa que Jesús estuviera a favor de la división, sino al anuncio de la verdad que Él, Jesús de Nazaret, era el Mesías, eso se volvió motivo de mucha división entre los judíos dentro de la misma familia o de la comunidad, unos estaban a favor y otros radicalmente en contra, unos aceptando, otros negando.
Lo mismo vale para el anuncio de la fraternidad como valor supremo de la convivencia humana, Jesús quiere la unión de todos en la verdad, hasta hoy es así. Muchas veces, allí donde la Iglesia renueva el llamado de la Buena Noticia se vuelve una “señal de contradicción” y de división. Hay muchas personas que viven acomodadas en la rutina o simples tradiciones cristianas, pero que ya no quieren ser incomodadas con los cambios, y siempre buscan argumentos en defensa de sus opiniones, para condenar los cambios como contrarios a lo que ellas piensan ser el camino correcto.
Para complementar la meditación nos preguntamos:
– ¿Cuándo hay divisionismo dentro de los grupos o ministerios en mi parroquia, que hago?
– Cuál es mi posición ante los cambios que manifiesta la iglesia?
Buscando el camino de Dios, encuentro confusión, división, pero a la luz del Espíritu Santo, tengo la fe de continuar caminando detrás de los pasos de Jesús.
3) Oración: ¿Qué le respondo a Dios?
Señor, que siempre que encuentre división pueda entender el camino correcto, ilumíname para poder orientar mis pasos en busca de la verdad de tu Palabra.
Manda tu fuego santificador para que podamos reconocerte en los que necesiten de tu amor y podamos ser signos de unión y fraternidad dentro de nuestra iglesia.
4) Contemplación: ¿Cómo interiorizo la Palabra de Dios?
«He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y cuánto desearía que ya hubiera prendido»
6) ACCIÓN: ¿A qué me comprometo?
- Trataré de llevar armonía y soluciones dentro de los ministerios o grupos, de nuestra parroquia.
- Discerniré a la luz del Espíritu Santo todo cambio que la iglesia manifieste como acción renovadora de la fe.
Saludos hermanos desde El Salvador.
